El Ford Capri ha sido protagonista de uno de los ajustes de precio más agresivos del mes, con más de 12.000 euros de descuento en determinadas versiones. Esta rebaja, lejos de ser una simple promoción puntual, ha encendido ciertas alertas: el modelo no está cumpliendo con las expectativas de ventas y la marca ha tenido que mover ficha de forma contundente para tratar de reactivarlo en el mercado.
Pese a que sobre el papel es una propuesta atractiva —con diseño SUV coupé, versiones potentes y una autonomía que supera los 600 kilómetros—, la realidad comercial es otra. Las cifras no han acompañado desde su lanzamiento y eso ha llevado a Ford a tomar decisiones poco habituales tan poco tiempo después de su llegada.
Uno de los aspectos que puede haber influido en esta falta de respuesta es el propio concepto del coche. La recuperación del nombre Capri para un SUV eléctrico ha generado división de opiniones, y en un segmento ya saturado de opciones similares, no ha logrado encontrar su sitio con claridad.
Un coche con potencial que no termina de arrancar
El Capri, en sí, no tiene carencias evidentes. Su diseño tiene personalidad, el equipamiento es completo y la mecánica ofrece buenas prestaciones. Aun así, algo no ha terminado de conectar con el público. En parte, por una competencia feroz en el terreno de los eléctricos y, en parte, por una pérdida de ayudas públicas que ha enfriado el interés por este tipo de modelos.
Lo más llamativo es que esta bajada de precio no responde a una promoción de lanzamiento, sino a la necesidad de corregir el rumbo comercial de un coche que apuntaba alto pero ha arrancado con el pie izquierdo. El ajuste es tan importante que lo deja por debajo del precio de varios rivales directos con menor dotación o menor autonomía.
A día de hoy, el Ford Capri sigue siendo una apuesta válida dentro del catálogo eléctrico de la marca, pero sus dificultades iniciales ponen de manifiesto lo complicado que es destacar en un mercado cada vez más exigente. La rebaja, sin duda, lo hace más atractivo, pero también deja en el aire ciertas incógnitas.