En Ford pueden presumir de ser uno de los fabricantes que más ha ayudado a que la industria del automóvil se haya convertido en una de las industrias más importantes a nivel mundial. En este sentido, siendo como son una de las marcas de referencia, el fabricante americano es muy consciente de que el futuro de la industria pasa por los coches eléctricos.

Así, por mucho que, al menos en España así como la inmensa mayoría de mercados potentes a nivel mundial, los modelos que siguen contando con motores de combustión siguen siendo los que mayor cuota de mercado tienen, los eléctricos van ganando poco a poco peso, entre otras cosas porque cada vez son más las marcas que están dejando de fabricar modelos con motores de combustión y apostando todo a los eléctricos.

En el caso de Ford, si bien es cierto que ya se anunció su adiós hace ya mucho tiempo, fue el pasado 7 de julio cuando las dos últimas unidades de su y cónico Ford Fiesta salieron de la planta que tiene la marca americana en Alemania. Dos unidades que no se pondrán a la venta, sino que la propia marca se las quedará para sus museos en Reino Unido y en Alemania.

El Ford Fiesta dice adiós definitivamente

Cabe tener en cuenta que no estamos ante una despedida más, sino ante la despedida de uno de los modelos que más alegrías ha dado a la marca americana en Europa desde hace ya muchos años. Y es que desde que la primera generación aterrizó en las carreteras del viejo continente en el año 1976, este utilitaria no he hecho otra cosa que ir sumando ventas de forma constante hasta haber logrado una cifra de mí más o menos que más de 18 millones de ventas con sus siete generaciones.

 

El problema en su caso es que, como les ocurre a tantos otros utilitarios con motores de combustión, las normativas de la Unión Europea en materia de contaminación están provocando que sean modelos cada vez más difíciles de vender, entre otras cosas porque, para adaptar sus motores a las normativas actuales y, sobre todo, a la futura normativa Euro 7, su precio se debería encarecer tanto que los dejarían ya fuera del mercado.

En este sentido, son varias las marcas, entre ellas Volkswagen con su Polo o Kia con su Rio, es que ya están dejando muy claro que podrían seguir los pasos del Fiesta, un modelo que has dicho adiós definitivamente tras convertirse en un icono de las carreteras europeas, especialmente en la década de los 80 y los 90.