No han sido precisamente pocas las veces que desde organismos como la Dirección General de Tráfico han dejado muy claro que es uno de los principales elementos a nivel de seguridad en la conducción son los neumáticos. De hecho, los neumáticos forma, junto a los frenos y los amortiguadores, un trío de componentes que son esenciales a la hora de conducir ya que son los que pueden acabar evitando muchos accidentes.
Así, no es que sea casualidad que una de las principales acciones que realizan muchos conductores antes de afrontar un largo viaje así como hacerlo también de vez en cuando a lo largo del año sea comprobar la presión de los neumáticos, entre otras cosas porque tener unos neumáticos con una presión inadecuada tiene muchos inconvenientes.
Las válvulas de los neumáticos deben estar siempre en un buen estado
A nivel de seguridad, tener un neumático por debajo de la presión indicada por el fabricante no hace otra cosa que, por un lado, desgastar antes al propio neumático y a su dibujo y, por otro, alargar la distancia de frenado, algo que evidentemente no es sinónimo de seguridad, sino más bien de todo lo contrario.
Por otro lado, cabe también destacar que conducir con neumáticos con una presión por debajo de los indicada acaba aumentando también el consumo ya que el coche ofrece una mayor resistencia y, por lo tanto, el motor necesita más empuje para mover el coche.
Pero, por mucho que muchos conductores se fijen tan solo en lo que se refiere a la presión, es importante también llevar un buen mantenimiento de las válvulas de los propios neumáticos, ya que, si una válvula está dañada, no hace otra cosa que permitir que poco a poco vaya saliendo aire y, por lo tanto, la presión de los neumáticos sea cada vez menor.
Así, son muchos los especialistas en neumáticos rusos que recomiendan que, como mínimo, se revise una vez al año el estado de las válvulas y, además, estas se cambien cada dos años, una operación que no es que sea precisamente costosa ya que cambiar una válvula tiene un precio de entre 15 y 20 €.
Por lo que se refiere a los neumáticos, los expertos también apuntan que lo mejor es cambiarlos una vez han alcanzado una media de 50.000 km, y en algunos casos a partir de los 40.000 y en otros casos se podemos llegar a alargar hasta los 60.000, pero no más.