Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta sus cifras de ventas, los dos modelos en los que Dacia suele poner más atención son el Sandero y el Duster. Y es que el utilitario y el SUV siguen siendo auténticas referencias en sus respectivos segmentos, especialmente entre aquellos que buscan un modelo mucho más barato que el de la competencia.

Sin embargo, cabe tener en cuenta también que gracia tiene un modelo que pasa por ser actualmente el quinto coche más vendido en su categoría en nuestro país y que no es ni gasolina ni diésel, sino que es un modelo 100 × 100 eléctrico. No es otro que el Dacia Spring.

 

Este pequeño eléctrico pasa por ser el modelo más barato con este tipo de mecánica en nuestro país, con un precio de partida que ronda los 13.000 € teniendo en cuenta las ayudas del gobierno.

Si bien es cierto que hace poco la marca rumana optó por poner a la venta una versión mejor dotada en cuanto a potencia y a prestaciones, la versión más sencilla de todas sigue siendo la más interesante evidentemente en cuanto a precio, aunque es una versión pensada para aquellos que buscan un eléctrico para moverse tan solo por entornos urbanos e interurbanas, dejando la autopista y las carreteras para otro tipo de coches.

Dacia renovará su Spring en 2024

Teniendo en cuenta que la primera generación de este modelo apareciera el mercado en el 2021, en Dacia ya están trabajando en una nueva versión. Una nueva versión que llegará en 2024 que, eso sí, puede que lo haga con importantes cambios.

Y es que la idea de la marca sigue siendo la de hacer de este Spring un modelo muy barato y económico pensado para aquellos que van a hacer de él un modelo para el día a día e incluso un segundo coche, teniendo otro para largas distancias en carreteras y autopistas.

 

Cabe tener en cuenta además que los planes de la marca rumana pasan por dejar de fabricar este modelo en China y fabricarlo en Europa, entre otras cosas porque ya saben que algunos países de la Unión Europea están empezando a dejar de dar ayudas a los coches eléctricos que no se fabrican en el viejo continente, una medida proteccionista ante el aumento de ventas de los coches fabricados en China con precios mucho más bajos que los coches europeos.