Por mucho que actualmente, como bien saben todos y cada uno de los fabricantes, los coches eléctricos no tengan aún el peso que tienen las carreteras europeas los modelos de combustión tradicional, cada vez son más los que están dando el paso definitivo y apostando por este tipo de mecánicas.
Es más, aunque a muchos le sorprenda, el Tesla Model Y puede presumir de haber sido el modelo más vendido en Europa los tres primeros meses de este 2023, confirmando que, especialmente los mercados del norte del viejo continente, los eléctricos tienen cada vez más presencia.
Y es que cabe destacar que, si se tiene la posibilidad de tener un cargador en casa y lo habitual es hacer un uso urbano interurbano del coche, por mucho que la inversión inicial a la hora de comprar un eléctrico sea mucho más elevada respecto a la de un coche de gasolina, a la larga se acabó ahorrando mucho dinero en combustible, por mucho que actualmente el precio de la luz haya aumentado de forma notable.
Un coche eléctrico acaba siendo mucho más rentable por kilómetro que uno de gasolina o diésel
Si dejamos de lado la inversión inicial y nos centramos en cuántos kilómetros podemos recorrer si optamos por gastarnos 50 € en recargas para un coche eléctrico y 50 € en gasolina, el resultado juega muy a favor del modelo eléctrico.
Evidentemente el consumo de los eléctricos varía también dependiendo del modelo, con opciones de apenas 15 kWh cada 100 km de consumo y opciones de hasta 25 kWh, pero la media entre los compactos eléctricos, la carrocería más vendido de este tipo de modelos, está en torno a los 18,5 kW hora.
Teniendo en cuenta que la media actual si cargamos el coche en casa teniendo en cuenta los diferentes tramos es de unos 0,17 kW hora, con 50 € podemos recargar 294 kW hora del eléctrico, que equivale a más de 1500 km de autonomía de eléctrico en cuestión.
Cabe tener en cuenta, eso sí, que como bien sabes los que tienen un eléctrico, al final para lograr tener unas cifras tan bajas y que el coste inicial se acabe revirtiendo es casi imprescindible cargar de forma habitual el coche en casa, donde evidentemente acaba siendo mucho más barato que los cargadores rápidos, que además acaban siendo también perjudiciales para la durabilidad de las baterías, el elemento quizás más importante de este tipo de coches.