Fue hace ya más de un año cuando el precio medio de la gasolina y del diésel en nuestro país superó por primera vez la barrera de los 2 euros por litro. Como era de esperar, el gobierno reaccionó y puso un marcha unas ayudas estatales que pasaron por la bonificación de 20 céntimos por cada litro que se repostaba en las gasolineras españolas.

Una ayuda que evidentemente fue bien recibida por los conductores en nuestro país pero que, teniendo en cuenta que los precios siguieron creciendo y que la ayuda acabó pocos meses después, tampoco fue un punto de inflexión en este sentido.

Es más, actualmente los españoles ya están pagando más por llenar el depósito de gasolina o de diésel respecto a lo que pagaban entonces pese a la ayuda, entre otras cosas porque el precio actualmente se está volviendo a acercar peligrosamente a los 2 euros por litro, un precio que ya se ha superado en algunas gasolineras de las capitales españolas.

El Gobierno sigue ayudando a los profesionales

Eso sí, a diferencia de lo que ocurrió hace ya unos meses, de momento desde el Gobierno siguen dejando muy claro que no van a volver a apostar por una nueva política de ayudas para la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Sin embargo, los que sí que van a seguir contando con alguna ayuda van a ser los transportistas profesionales. El Gobierno ha prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2023 la bonificación a los combustibles para el sector del transporte profesional por carretera y se ha comprometido a mantener la rebaja de 10 céntimos al diésel hasta el 30 de septiembre. Eso sí, será en el último trimestre del año cuando esta ayuda bajará hasta los 5 céntimos por litro.

Respecto a los profesionales que utilicen vehículos a gas, la ayuda actual y hasta finales de septiembre es de 13 céntimos, mientras que en el último cuarto la ayuda será de la mitad, es decir, 7 céntimos.

Unas ayudas que de momento tan sólo van dirigidas al sector profesional del transporte, por lo que la inmensa mayoría de los conductores en España no se ven beneficiada por ella. No se sabe si en un futuro no muy lejano el Gobierno de España va a tomar alguna medida al respecto (hay quien exige que se sigan los pasos de Francia, que va a permitir vender a pérdidas para rebajar precios), pero lo que es evidente es que, como ya predijeron muchos expertos hace tiempo, los combustibles son y van a seguir siendo cada vez más caros.