Tal y como podemos ver en los resultados de ventas de este pasado mes de abril, pocas cosas han cambiado en las carreteras españolas en lo que se refiere a las marcas que dominan en el mercado español. Toyota sigue siendo la más matriculada en nuestro país sumando ya más de 31.000 matriculaciones en lo que llevamos de año, seguida de Renault con casi 29.000 matriculaciones y de Seat, que se queda justo por debajo de las 24.000 ventas.
Poco ha habido variaciones en lo que se refiere a cuál es han sido los modelos más vendidos y cuál es siguen siendo los modelos más exitosos a nivel general, con el Dacia Sandero, el MG ZS y el Seat Ibiza ocupando las tres primeras posiciones. Pero el principal problema para Alfa Romeo es que, igual que las cosas no han cambiado por la parte alta, tampoco lo he hecho por la parte baja, y en su caso no eso precisamente una noticia positiva.
Alfa Romeo sigue sin despegar en España
Y es que cabe tener en cuenta que, tal y como ha ocurrido en muchas ocasiones en los últimos meses en las carreteras españolas, ninguno de los modelos de la marca italiana acabado dentro del Top 100, algo que no habla precisamente bien ni de la estrategia del fabricante a nivel de producto ni tampoco a nivel de precio, entre otras cosas porque hay marcas mucho menos conocidas y asentadas que la italiana que sí que consiguen situar de forma habitual al menos alguno de sus modelos entre los 100 más vendidos en España.
La cifra de ventas acumulada de la marca italiana en lo que llevamos de año es de tan solo 1236 matriculaciones, una cifra que la ubica en la posición 36, con ni más ni menos que 35 marcas por delante.
El drama es tan evidente que incluso marcas mucho más caras y lujosas como es el caso de Porsche están por delante, así como marcas recién llegadas a nuestro país como es el caso de Jaecoo, Omoda o Ebro, que en apenas unos meses se han hecho ya con un trozo del pastel del mercado español, algo que no está consiguiendo un fabricante que estuvo apunto de desaparecer y que haga apostado por una serie de nuevos modelos que, por mucho que sean muy interesantes a nivel de diseño, no están encajando en nuestro mercado, algo que puede comprometer seriamente su futuro.