Volkswagen siempre se ha caracterizado por ser un fabricante muy racional en todas y cada una de las decisiones que ha tomado con sus modelos. Así, si bien es cierto que dentro de su catálogo se pueden encontrar modelos con poca cuota de mercado, eso no significa que no sean modelos muy interesantes dentro de su segmento.

Este sentido, y por mucho que pueda parecer ilógico teniendo en cuenta que son cada vez más los que viven en las grandes ciudades y que en ellas tener un coche con unas dimensiones muy reducidas y que consuma muy poco o que incluso sea una opción eléctrica puede ser precisamente una de las mejores opciones, la marca alemana ha optado por eliminar definitivamente de su catálogo el que hasta ahora era su coche más pequeño: el Volkswagen Up.

Volkswagen se carga definitivamente el Up

Tan solo hace falta ver la inmensa mayoría de los catálogos en nuestro país para darse cuenta de que casi todas las marcas anotado por dejar de apostar por modelos urbanos, a excepción de algunos fabricantes como Kia o Fiat que siguen teniendo en modelos como el Picanto o el 500 opciones interesantes.

 

El grupo Volkswagen llegó a tener incluso hasta tres modelos en el mercado, tres modelos que compartían plataforma y mecánicas como eran el citado Volkswagen Up, el Seat Mii y el Skoda Citigo.

Pero poco a poco estos modelos han ido desapareciendo, y ahora lo ha hecho definitivamente el modelo alemán que dice adiós tras más de 12 años en el mercado en el que, eso sí, sus cifras de ventas no fueron las esperadas. Así, actualmente el modelo de dimensiones más reducidas que podemos encontrar dentro del catálogo de Volkswagen es el Polo, un utilitario que puede presumir de ser toda una referencia en su categoría pero con unas dimensiones bastante mayores a las que tenía el desaparecido Up.

Eso sí, no es que sea precisamente ningún secreto que la marca alemana están preparando la llegada de un eléctrico de dimensiones muy reducidas, aunque su precio de partida podría ser, una vez que llegue al mercado más allá de 2025, de unos 20.000 €, es decir, casi el doble de lo que costaba la versión más sencilla del Up.

Un nuevo adiós que no hace otra cosa que confirmar que, por mucho que en entornos urbanos no sea precisamente la opción más recomendable, la tendencia actual es la de ir a por coches cada vez más voluminosos.