En Audi, como saben también en el resto de marcas premium muy potentes a nivel europeo, sabes muy bien que dentro de un futuro no muy lejano los eléctricos serán los coches que realmente dominen las carreteras del viejo continente.
Eso sí, aún faltan muchos años para que la cuota de mercado de los eléctricos supere a la de los motores de combustión a los híbridos, y es por eso que los diferentes fabricantes están optando por estrategias para ir poco a poco complementando sus catálogos con todo tipo de modelos.
Sí que hay una estrategia común en la gran mayoría de marcas, incluidas las premium, y eso no es otra que, para todos aquellos modelos que van a acabar su vida comercial dentro de pocos años, los fabricantes no están trabajando en una nueva generación de combustión, sino que los herederos de los modelos que desaparecerán dentro de muy pocos años serán ya modelos 100 × 100 eléctricos.
El sustituto del Audi A4 de combustión será el A5 Sportback
Y eso es precisamente lo que va a pasar con uno de los modelos más icónicos de la marca de los cuatro aros, el A4, el heredero de los Audi 80 y Audi 90 que, si bien es cierto que los últimos años han visto como su cuota de mercado ha caído teniendo en cuenta el auge de los SUV, sigue siendo una de las botellas premium mejor valoradas en el mercado.
En el día ha confirmado que la próxima generación de este modelo será un modelo 100 × 100 eléctrico, pero no llegará antes de 2025. Es por eso que, teniendo en cuenta que la actual generación se va a despedir dentro de poco, el Audi han tomado la decisión de que el heredero temporal del Audi A4 no sea otro que el A5 Sportback, una berlina de unas dimensiones similares a las de las cuatro pero con un toque más deportivo.
De hecho, han confirmado en el fabricante alemán que ya están trabajando en actualizar este A5 Sportback, un modelo que llegará con una amplia gama mecánica, con opciones tanto con motores de combustión de gasolina y diésel con sistemas de micro hibridación ligera así como con una versión híbrida enchufable.
La idea de Audi es que este modelo llegue a finales de 2024, y sirva como sustituto temporal de un Audi A4 que llegará en forma de eléctrico pasado la mitad de la década. Una estrategia que, al menos a priori, parece acertada.