No son pocos los que aseguran que uno de los grandes aciertos de los últimos tiempos en Lexus, la marca premium de Toyota, ha sido el de entrar en un segmento en el que las premium, al menos las premium más clásicas, no suelen tener mucha presencia: el segmento de los SUV urbanos. Es cierto que hay modelos premium en esta categoría como son el Audi Q2, que ya se sabe que no tendrá continuidad, o el DS3, pero no es que sea precisamente un segmento en el que las marcas más top tengan mucho interés.

De ahí que la entrada en juego del nuevo Lexus LBX sea una jugada maestra por parte del fabricante japonés, entre otras cosas porque estamos ante un modelo que, si bien es cierto que evidentemente no es barato, sí que apunta a convertirse en toda una referencia entre aquellos conductores que busquen un modelo muy Top para moverse habitualmente por entornos urbanos e interurbanos.

 

Sobre todo teniendo en cuenta que, como no podía ser de otra forma tratándose de un modelo de una marca asociada a la Toyota, este Lexus llega de serie con un motor híbrido auto recargable, una mecánica cada vez más popular en las grandes ciudades en nuestro país gracias a su eficiencia, que llega de serie con transmisión automática y aquí acaba teniendo un consumo mucho más bajo que los modelos con motores de combustión tradicional.

El Lexus LBX apunta a éxito, pero no es perfecto

Eso sí, lo curioso en este caso es que, a diferencia de lo que suele ser habitual en este segmento, en Lexus han decidido poner a la venta también una versión que cuenta con una tracción a las cuatro ruedas, un punto muy a su favor pero que a la vez se convierte en uno de sus inconvenientes.

Y es que al contar esta versión con un pequeño motor en el eje trasero y por lo tanto que este modelo pueda contar con tracción total, se pierden casi 100 l de capacidad de carga en su maletero, que en la versión con tracción sencilla es de 402 litros y en la 4x4 es 317 litros.

Por otro lado, otro de los inconvenientes que tiene este modelo es uno que, eso sí, suele ser habitual en este segmento, que no es otro el ángulo de apertura de las plazas traseras, que sigue siendo mucho menor que el de algunos modelos de segmentos superiores. Es cierto que no es un inconveniente que vaya a provocar que muchos descarten la venta, pero sí que es algo a tener en cuenta.