El Ibex arrancó la Semana Santa, que será corta en bolsa, poniendo en peligro el nivel de los 9.000 puntos al descender en los primeros compases un 0,4%, dentro de las expectativas bajistas que en futuros marcaba la preapertura.

Tras una semana transcurrida bajo el prisma de los bancos centrales, los datos macroeconómicos centrarán esta vez la atención de los inversores, con la evolución de la confianza de los consumidores de la zona euro ofrecida por la Comisión Europea esta mañana. El euro caía frente al dólar hasta 1,1267 billetes verdes, mientras el petróleo hace retroceder a la Bolsa de Moscú un 1% al descender su precio un 1,3%, cotizando el Brent a 40,93 dólares y el Texas a 40,63.

Hay una cierta resaca de las decisiones de política monetaria de la semana pasada. Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, ha dicho que "el helicóptero que regala dinero no es un don del cielo, sino que abre grandes agujeros en los balances de los bancos centrales", mientras altos ejecutivos del Banco Nacional de China advertían del fuerte incremento de los préstamos y del apalancamiento interno. La Bolsa de Shanghai subió un 2,15% mientras Tokio no cotizó por ser festivo.

En Londres, PwC calculó en 130.000 millones de euros las pérdidas que sufriría el Reino Unido si incurriera en un Brexit, con un impacto en el mercado de trabajo de 950.000 empleos menos en 2020.

La prima de riesgo española se mantenía estable en 124 puntos mientras hoy finaliza el plazo para la aceptación de Ferrovial de la OPA de Broadspectrum.