Demasiados buenos datos seguidos para pensar que la buena racha continuaría. El Ibex se ha tentado la ropa y ha decidido embolsarse parte de las ganancias que este pródigo inicio de año le ha ofrecido. El dato de empleo español, con la mayor caída del paro de la historia en diciembre, ha sido la guinda, pero lo llamativo ha sido que el conjunto de bolsas europeas le haya seguido en el descenso.

Hoy ha subido el euro al 1,05 dólares después de que la inflación en la Eurozona aumentase un 1,1% interanual, algo que al BCE puede gustarle pero quizá a los mercados menos porque se elimina la prima que ofrece una divisa débil. En el mercado de cambios ha habido otras noticias de interés, como la fuerte apreciación del yuan, que se ha intercambiado a 6,8958 por dólar cuando hace pocas semanas estuvo al borde de 7, un nivel peligroso de cara a las huidas de capitales.

En el Ibex, Grifols ha sido la gran estrella de la sesión después de que JP Morgan subiera su recomendación de compra a sobreponderar desde neutral. El Popular ha continuado su carrera alcista pero el resto de la banca no le ha seguido. El Santander ha lanzado una emisión de bonos de 1.000 millones de euros y ahí ha quedado la cosa a la espera de que se diesen a conocer las actas de la última reunión de la Reserva Federal.

En Wall Street se mantuvo el ánimo comprador con buenos datos de empleos privados EPA. Los fans del Dow Jones no sueltan el sueño ni la presa de alcanzar los 20.000 puntos. Hay inversores que no pueden esperar a los Reyes Magos.