La sombra de la invasión rusa en Ucrania ha cernido sobre la reunión anual de la Asamblea General de la Organización Naciones Unidas (ONU), todavía más después del anuncio del presidente ruso, Vladímir Putin, que el pasado miércoles afirmó que el Kremlin ponía al marcharse una "movilización militar parcial" de la población después de las últimas derrotas del ejército ruso. Esta decisión se ha leído mundialmente como una escalada bélica, ante la cual el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha pedido acción por parte de la comunidad internacional. Zelenski ha utilizado su discurso ante las Naciones Unidas para exigir en el mundo castigos más duros contra Rusia y para reclamar más apoyo militar a su país, descartando por ahora cualquier posibilidad de negociar la paz.

"Se ha cometido un crimen contra Ucrania y exigimos un castigo justo", ha remarcado el presidente ucraniano. Este castigo, ha señalado, se tiene que traducir en sanciones, un bloqueo del comercio y las relaciones con Moscú, la retirada del derecho en el voto en órganos internacionales, restricciones en los visados para los rusos o la creación de un tribunal especial que juzgue los crímenes cometidos, entre otras cosas. Unas demandas que Zelenski reclama desde hace meses, pero que cogen un nuevo peso a la luz de la escalada que anunció Putin.

Las negociaciones de paz, en segundo plano

Ante esta escalada militar, que supone el probable llamamiento a filas de 300.000 reservistas, Zelenski ha dejado de lado por ahora la posibilidad de negociar la paz entre los dos países. La contraofensiva ucraniana, que les ha permitido recuperar buena parte del territorio ocupado por Rusia, ha sido un golpe duro para el Kremlin, que todavía se cierra más que antes. El presidente ucraniano además denuncia que Moscú solo habla de diálogo cuando quiere ganar tiempo para reagruparse. Según ha subrayado, todas las acciones rusas demuestran que "Rusia quiere guerra", por lo cual Ucrania quiere seguir equipándose para esta.

En este contexto, Zelenski ha vuelto a pedir a sus aliados más apoyo militar, especialmente armas de largo alcance y defensas aéreas, para poder continuar su contraofensiva. "Podemos volver la bandera ucraniana a la totalidad de nuestro territorio. Podemos hacerlo con la fuerza de las armas, pero necesitamos tiempo", ha remarcado.

A pesar de esta determinación para seguir avanzando en la recuperación de su territorio, sospechan de las próximas, pasan que puede querer tomar Moscú. "Rusia quiere pasar el invierno en el territorio ocupado de Ucrania y preparar sus fuerzas para intentar una nueva ofensiva. Nuevas Buchas, nuevas Iziums...", ha expuesto Zelenski y ha añadido: "Como mínimo, quieren preparar fortificaciones en tierras ocupadas y llevar a cabo una movilización militar en casa".