Xi Xinping ha sido reelegido este domingo para un tercer mandato como presidente de China. El dictador, que es al mismo tiempo secretario general del Partido Comunista, ha presentado los nuevos miembros del Comité Permanente de la Oficina Central, el órgano que constituye la cúpula del liderazgo de la formación. Para blindar todavía más su poder, Xi ha colocado su alrededor un equipo de fieles. Los nuevos miembros que conforman la cúpula son los siguientes: Li Qiang, Cai Qi, Ding Xuexiang y Li Xi. Repiten dentro del equipo de gobierno Zhao Leji y Wang Huning.

Es la primera vez en 25 años que en el Politburó no hay ninguna mujer. Por otra parte, Xi se ha protegido de cualquier mal, y ha quedado fuera del ejecutivo chino el vice primer ministro Hu Chunhua, que era el único representante de la familia política del expresidente Hu Jintao y del actual primer ministro (que abandonará el Buró Político), Li Keqiang. Se trata de un movimiento de Xi para sacarse de encima cualquier peligro de oposición. En otras palabras, los representantes de la Liga de las Juventudes Comunistas -que es considerada la facción más liberal y pragmática de la dirección del país- estará bien lejos del poder. Hay que recordar que este sábado Xi orquestó una escena humillante para Hu. El presidente chino fulminó a través de una humillación pública a su predecesor, el hombre que confió en él hace años para convertirse en su sucesor.

En el XX.º Congreso del Partido Comunista, que se ha celebrado en los últimos días, Xi también ha sido presidente de la Comisión Militar Central del partido. En una breve y sencilla intervención ante la prensa para presentar a los nuevos integrantes del Comité Permanente, el líder chino desgranó sus eslóganes habituales e invitó a la centenaria formación comunista a seguir floreciendo en su propia revolución" y "convertirse en la más fuerte y fiable espina dorsal del pueblo chino".

"Ante los nuevos retos de este nuevo camino, tenemos que permanecer en máxima alerta, mantener siempre el juicio y la prudencia y seguir adelante con la estricta y comprensible gobernanza del partido", ha sostenido Xi. Asimismo, reiteró que el mundo "encara retos sin precedentes" y añadió que "China no se puede desarrollar sin el mundo, y el mundo también necesita en China".

"Después de 40 años de esfuerzos incansables en reformas y abertura, hemos creado dos milagros de rápido desarrollo económico y estabilidad a largo plazo; en este momento la economía china es resiliente y tiene grandes potenciales y capacidad de maniobra", ha indicado. No solamente eso, sino que aseguró que las puertas de China seguirán abriéndose, a la vez que el país seguirá generando oportunidades para el resto del mundo" a través de su propio desarrollo.