Un muñeco del presidente ruso Vladímir Putin apareció el pasado lunes 31 de octubre, día de Halloween, esposado y enjaulado en el centro de Kíiv, la capital de Ucrania. En el día de Halloween, un festivo que llega a todos los rincones del mundo, una figura del mandatario ruso ha aparecido al centro de Kíiv, según ha publicado Nexta Media. En un momento en que el ataque ruso sobre Ucrania se ha intensificado, con ataques directos a la capital y los corte del suministro de agua y gas, parece que hay quien le ha querido poner un punto de humor enjaulando al presidente ruso, Vladímir Putin. Concretamente, Putin aparece sentado a una silla de madera y ligado de manos y pies, todo eso dentro de una jaula.

Esta curiosa aparición del mandatario ruso ha tenido lugar en un momento complicado para los Ucranianos, ya que los ataques rusos han llegado a la capital, Kíiv, y han dejado la ciudad con cortes en el suministro de agua y gas. Estos ataques del ejército ruso han sido una respuesta a los rápidos avances de Ucrania en las regiones ocupadas por Rusia, donde las contraofensivas del ejército de Zelenski han dado un gran resultado y han hecho enfurecer a Putin. En el día de hoy parece que el invierno se puede hacer largo y llevar a la capital ucraniana si los ataques rusos siguen en esta dirección.

El bloqueo del cereal y el grupo Wagner

Vladímir Putin parece que ya está harto de ver cómo la guerra que tenía que imponer el dominio ruso sobre territorio ucraniano se alarga en los meses. Ahora ya son más de ocho y, por sorpresa de Putin, los soldados de Zelenski están recuperando territorio en las zonas ocupadas por Rusia. A causa de estas contraofensivas de Ucrania, Rusia ha decidido romper el acuerdo entre los dos países que permitía el comercio de cereales. Rusia permitía que los barcos ucranianos pasaran por el Mar Negra para poder comerciar con cereal, con eso se podía evitar que más de 100 millones de personas se quedaran sin comida, ya que Ucrania es uno de los mayores exportadores de cereales del mundo.

Por otra parte, Rusia está reclutando soldados de las fuerzas especiales afganas que lucharon al lado de las tropas estadounidenses y después huyeron en el Irán durante la caótica retirada de los Estados Unidos el año pasado. Ahora están siendo reclutados por el Ejército ruso para combatir en Ucrania. Los rusos pretenden atraer a miles de exmandos afganos de élite, una "legión extranjera" con ofrecidas de pagos de 1.500 dólares en el mes y promesas de sitios seguros para ellos y sus familias, con el fin de evitar ser deportados en su país, cosa que muchos asumen que sería morir en manos de los talibanes. Estas nuevas incorporaciones las está llevando a cabo el grupo Wagner, una legión de mercenarios rusos y una de las unidades militares más sanguinarias y temidas.