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El virus Zika ya ha sido declarado emergencia sanitaria global por la Organización Mundial de la Salud. La rápida propagación de la enfermedad por América Latina y la aparición de nuevas complicaciones asociadas al virus han generado una fuerte alerta social. Las instituciones sanitarias internacionales se han visto obligadas a implicarse en este grave problema sanitario. Se teme que en el 2016 llegue a haber 4 millones de casos de Zika en América. Eso no quiere decir que el Zika sea una amenaza sanitaria en estos momentos en Catalunya. La alarma generada, según algunos especialistas, es excesiva.

¿Qué es el Zika?

El Zika es una enfermedad transmitida por la picadura de los mosquitos hembra Aedes, y principalmente por los Aedes aegypti. Los principales síntomas de esta patología son fiebre, cansancio, dolor de articulaciones, conjuntivitis, erupción... El malestar acostumbra a durar de cuatro a siete días. Los médicos habitualmente sólo recomiendan paracetamol, para aliviar el malestar, y mucho reposo.

Embarazadas con Zika y microcefalia

En principio, no sería una enfermedad grave, pero se ha detectado que muchas embarazadas que sufrieron el Zika, incluso asintomático, dan a luz niños con microcefalia, un problema muy grave. Algunos bebés mueren después del parto y los otros arrastrarán secuelas graves toda la vida. Todavía no se ha acabado de determinar científicamente esta relación, pero las autoridades médicas la consideran muy probable.

Nuevas sospechas

La OMS sospecha, también, que el Zika podría estar asociado al síndrome de Guillain-Barré. Esta es una patología extremadamente rara, que afecta al sistema nervioso y que puede acabar provocando a la parálisis parcial del enfermo. No se conoce ningún tratamiento y algunos pacientes incluso requieren respiración asistida. Normalmente los enfermos se recuperan en unas semanas, pero algunos pueden quedar con problemas crónicos.

Una expansión fulgurante

El Zika es una enfermedad de origen africano: fue detectada por primera vez en Uganda en 1948. Hasta el 2007 el virus había estado confinado en África y en algunos países asiáticos, pero en este año empezó a ser detectado en las islas del Pacífico. La llegada a la América Latina es muy reciente. Hasta el 2015 no se detectó ningún caso. Cuando la aparición de varios casos en el Brasil hizo saltar las alarmas, se detectó que el Zika ya estaba presente en una quincena de países americanos, del Paraguay hasta México. Y los casos proliferan.

¿Zika en el vecindario?

Ya se han detectado los dos primeros afectados por Zika en Catalunya. A pesar de todo, la Generalitat afirma que no hay motivos para alarmarse. Los dos casos corresponden a personas que se habían contagiado en América. Hoy por hoy, el riesgo de que la enfermedad se reproduzca en Catalunya es muy bajo. Aquí también se encuentran mosquitos del tipo Aedes, los famosos "mosquitos tigre" (Aedes albopictus), pero son muy pocos. Y en este periodo del año están poco activos.

Hay que tranquilizar a la población

La doctora Diana Pou, médico de la Unidad de Medicina Tropical Drassanes - Vall d'Hebron, tiende a tranquilizar la población, y asegura que no se dan las condiciones para que el Zika se convierta en una epidemia aquí. Dice que para que hubiera una epidemia haría falta una gran cantidad de virus, una gran cantidad de mosquitos y unas condiciones climáticas peculiares, y que estas condiciones no se cumplen aquí.

Posibilidades de casos aislados

Eso sí, la doctora Pou cree que en el futuro se podrían producir, de forma aislada, algunos casos de contagio local. Pero recuerda que en la mayoría de los casos los enfermos de Zika sólo tienen molestias leves, y asegura que muchos pasan la enfermedad de forma asintomática. Añade que, en realidad, los mosquitos tigre también podrían haber transmitido el dengue o el chikumgunya, pero que no se han detectado casos de transmisión de estas enfermedades en nuestro país. En todo caso. las precauciones se tendrán que extremar cuando llegue el calor, porque los Aedes estarán más activos y el riesgo de transmisión se incrementará.

¿Transmisión por vía sexual?

En los últimos días se ha detectado algún caso de transmisión del Zika por vía sexual; de hecho, ya se habían descrito otros casos hace años. Pero este tipo de transmisión es más bien excepcional. No habría motivos para preocuparse excesivamente.

Los protocolos sanitarios

Para hacer un seguimiento del Zika, las autoridades sanitarias han establecido que se notifique automáticamente cualquier caso. También se han intensificado las campañas de información a los viajeros (una forma de intentar evitar la introducción del virus). Con respecto a los infectados, sólo se prevé darles tratamiento sintomático; pero en el caso de que haya algún caso de enferma embarazada, está previsto que se le practique un seguimiento especial, con pruebas específicas para esta enfermedad.

El futuro de una enfermedad

La doctora Diana Pou cree que, en los próximos meses, la progresión de esta enfermedad todavía será muy rápida. Basándose en epidemias de enfermedades similares, como el chikumgunya, piensa que con el tiempo la epidemia remitirá, porque crecerá la inmunidad a esta enfermedad: "Tiene que cumplir su ciclo", asegura.

El Aedes, el Zika y el dengue

No sólo el Zika está afectando a las poblaciones latinoamericanas. En los último años ha habido un repunte del dengue, otra enfermedad provocada por los mosquitos Aedes, que puede llegar a ser mortal. Las autoridades sanitarias, en ciertos países, como el Brasil, se sienten incapaces de frenar la expansión de esta enfermedad, denominada también "fiebre rompe-huesos" por el dolor que provoca. Ni el reparto de mosquiteros, ni la publicidad en los autobuses, ni el fumigado continuado de las calles con insecticida, han podido frenar el problema.

La lucha contra el vector

Ante la falta de una vacuna, y a la espera de definir tratamientos farmacológicos de máxima eficacia, las autoridades sanitarias latinoamericanas sólo pueden centrarse en combatir los mosquitos Aedes. Uno de los intentos más innovadores es la liberación de millones de mosquitos transgénicos, en lugares tan diferentes como las islas Cayman, o la ciudad de Piracicaba, en el estado de São Paulo. Estos mosquitos macho tienen una modificación genética que hace que sus hijos se mueran antes de llegar a la edad adulta. El plan es reducir progresivamente la población de mosquitos infectados y reducir el contagio. Pero hay dudas sobre la eficacia de este sistema, que según algunos no se ha experimentado lo suficiente.

Control de la población

En Brasil, los agentes municipales visitan las casas, una por una. Intentan evitar la proliferación de mosquitos. Enseñan a la gente a no dejar agua en los fregaderos, a cerrar con una tapa los cubos con agua, a no abandonar plásticos en el jardín... En algunos sitios incluso se sanciona a aquellos que no toman medidas contra los mosquitos. Pero ni el dengue ni el Zika retroceden.

Dudas sobre los fármacos

No es muy claro que se pueda encontrar rápidamente una vacuna para el Zika. En el caso del ébola, se consiguió fabricar medicamentos eficaces en un tiempo récord. En cambio, hasta ahora no se ha comercializado la vacuna del paludismo, a pesar que desde hace décadas es una enfermedad que provoca mucha mortalidad. En buena parte el éxito de la investigación farmacéutica dependerá de los recursos que se le dedique. El hecho de que se haya declarado el Zika emergencia sanitaria global ayudará, sin duda, a la investigación científica.

Miedo olímpico

El Gobierno brasileño, que ha hecho grandiosas inversiones para acoger los Juegos Olímpicos, y que ve cómo muchos ciudadanos se oponen a los grandes gastos generados por este acontecimiento, mira con mucha precaución la epidemia. Teme que el Zika haga disminuir el número de asistentes a los Juegos de Río de Janeiro, y por eso ha tomado el liderazgo mundial en el combate contra esta enfermedad. Confía, a pesar de todo, en que el Zika no sea muy activo en la temporada olímpica, ya que en Río será invierno, el periodo en que los Aedes son menos activos.

Enfermedades de pobreza

Un millón de personas muere anualmente por enfermedades transmitidas por algunos tipos de mosquitos, especialmente por el paludismo, también denominado malaria; esta patología provoca más de 500.000 muertos anuales. Al paludismo, el dengue y el Zika, habría que añadirle otras enfermedades como la fiebre amarilla o el chikungunya. No sería conveniente eliminar todos los mosquitos, porque son polinizadores eficaces, pero sería conveniente alejar a los humanos de los mosquitos y reducir al máximo el contacto entre unos y otros. Y eso no se puede hacer sin buenas políticas de vivienda y de urbanismo, que integren a todos.

¿La última epidemia?

La doctora Pou asegura que la rápida difusión de algunas enfermedades tiene una relación directa con la globalización: "La gente viaja, los mosquitos viajan y las enfermedades viajan". "Y el cambio climático también juega un papel en la expansión de estas enfermedades". Sentencia: "Seguro que aparecerán nuevos Zikas. Esta no será la última epidemia de una enfermedad transmitida por insectos".