Según datos oficiales, más de un 70% de los rusos dan apoyo a la operación militar especial de Rusia a Ucrania. O dicho con otras palabras, a la invasión rusa de Ucrania –hay que recordar que en Rusia no se puede hablar ni de guerra ni de invasión–. Entre otras cosas, eso es lo que quiso demostrar el viernes pasado el presidente ruso, Vladímir Putin, en el macro mitin que celebró en Moscú. Ahora bien, no todo es como parece (necesariamente). Si se comparan las personas que han asistido al acto y las manifestaciones que hay contra la guerra, que son más pequeñas, se podría constatar que hay cierto entusiasmo por la guerra en Ucrania. Ahora bien, hay que poner énfasis en el hecho de que si una persona se manifiesta sola sosteniendo una hoja en blanco, ya es susceptible de ser detenida. El investigador The Wilson Center Kamil Galeev se hace eco en las redes sociales de un vídeo donde se ve un periodista pidiendo a un grupo de seguidores fuera del estadio por si quieren decir algunas palabras. En un principio todo el mundo huye. Finalmente, uno responde: "Nos han empujado a un autobús y nos han traído aquí". En este sentido, Galeev constata que hay que entender que todas las manifestaciones en apoyo la guerra están escenificadas. "Putin reprime cualquier acción política independiente y no permitirá ni una protesta a favor ni en contra de la guerra. Los nacionalistas rusos que intentan hacer protestas a favor de la guerra son arrestados y amenazados con ir a la prisión". Estas, sin embargo, no son las únicas reflexiones de Galeev, ya que también habla de la estrategia cгон бюджетников –presionar a los empleados del gobierno– y como consigue el poder de convocatoria. Una técnica que no parece ir nada mal hoy por hoy.

¿Ahora bien, qué pasa con los rusos que sienten que esta guerra no va con ellos o que están en contra? La situación actual puede derivar, en cierta manera, a una discriminación hacia los rusos. Ponerlos a todos en el mismo saco y mirarlos mal simplemente por su nacionalidad. Precisamente por eso, la embajada rusa en Francia ha compartido en las redes un vídeo acompañado del hasgtag #StopHatingRussians –parad el odio contra los rusos– con la finalidad de hacer frente a esta discriminación originada desde el inicio de la guerra en Ucrania. Hay que decir que la embajada, sin embargo, no hace ninguna referencia ni a la guerra ni a la operación militar. Solo el hashtag acompañado de un signo de exclamación y una bandera rusa.

¿Qué puede ver en este vídeo?

En las imágenes se puede ver un grupo de amigos que están celebrando una fiesta con sus respectivos perros. Los humanos juegan a juegos de mesa mientras comen y comparten ratos y fotos. Los perros también juegan entre ellos e incluso se puede ver como uno de ellos mordisquea un hueso. De repente, llama al timbre un chico que viene acompañado de un husky siberiano. Tal como el joven describe qué tipo de raza es, la música se detiene, la diversión y los juegos de mesa se paralizan y predominan malas caras. Los perros también paran todo lo que estaban haciendo y se miran la escena con cara de estupefacción. La chica que le ha ido a abrir la puerta le dice al chico que no hay sitio para él (ni para su perro) en la casa y le cierra la puerta. El husky, como si hubiera entendido todo lo que ha pasado en esta escena, le da la patita y lo mira fijamente. La fiesta continúa dentro de la casa entre los humanos, pero parece que alguna cosa ha cambiado entre los perros.

 

El joven y el husky se marchan, pero uno de los perros de dentro de la casa decide pasar a la acción. Encuentra una puerta entreabierta y mientras se escurre, los humanos le dicen "¡para!" o "¡es peligroso, es ruso!". Sin embargo, los perros no se detienen. Y por donde ha salido uno, sale otro y todos, que van a buscar el husky y al joven. Él los acaricia a todos, y las caras de preocupación cambian por sonrisas, incluso la música es más festiva. El vídeo acaba con la frase "boundaries are in humans heads" –los límites o las barreras están dentro de las cabezas de los humanos– y "stop spreading hate" –deja de difundir el odio–.

 

Imagen principal: un husky siberiano / Unsplash