El Partido Socialista portugués ha conseguido una victoria cómoda en las elecciones legislativas. El partido del actual primer ministro, António Costa, ha logrado una clara victoria, que con más del 70% del escrutinio apunta que acariciaría la mayoría absoluta, cerca del 42,5% de los votos. El líder de la oposición, Rui Rio, del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), se movería en una horquilla de entre el 26 y el 31%, según estas encuestas, perdiendo las esperanzas en una remontada o sorpasso. El partido de extrema derecha 'Chega' sería la tercera bastante política por primera vez a la historia e irrumpiría con un porcentaje de voto del 5 al 8%.

Iniciativa Liberal posiciona como cuarta fuerza con entre un 4 y un 7%, seguido del Bloque de Izquierda (3-6 %), la Coalición Democrática Unitaria (CDU, 3-5 %), el Centro Democrático y Social-Partido Popular (1-3%), Personas-Animales-Naturaleza (PAN, 1-3%) y Libre (1-3%).

Participación, buena

La participación, según datos provisionales divulgados por el Ministerio de Administración Interna, conseguía el 45,66%, a mediados de tarde, la cifra más alta contabilizada en unas legislativas desde 2005 en esta franja horaria y siete puntos sobre el registro de 2019. Durante toda la jornada, tanto los candidatos de los diferentes signos políticos como el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, gritaron en el voto y garantizaron que las condiciones de seguridad estaban dadas a pesar de la pandemia.

El miedo a la abstención, que en 2019 superó el 51%, marcó la recta final de la campaña para estas elecciones en un país con cifras récord de contagios por covid. Más de 800.000 electores confinados hoy a causa de la pandemia pudieron romper el aislamiento para votar al final de la jornada, entre las 18.00 y las 19.00 horas GMT.

Precisamente esta circunstancia puede haber contribuido a concentrar el voto en las primeras horas. En conjunto, más de 10,8 millones de electores estaban convocados a votar en unas legislativas que el presidente conservador avanzó a mitad de la legislatura después del rechazo a las cuentas para 2022 presentadas por el Gobierno socialista. Las urnas elegirán hoy a los 230 diputados que integrarán la Asamblea de la República, que a su vez determinarán quién será el próximo primer ministro de Portugal.

Negociaciones

A pesar de la gran rivalidad que separa el PS del PSD, ambos partidos se habían mostrado a favor de, en caso de que no se consiga formar gobierno, negociar un "pacto de caballeros" para garantizar la gobernabilidad del país. "Si no gano las elecciones, estoy dispuesto a negociar con quien gane para que Portugal no tenga que convocar unas nuevas elecciones en poco tiempo y no garantizar la gobernabilidad", señaló el cabeza de lista del PSD, Rui Rio. En este sentido, si la aritmética parlamentaria no permite formar gobierno ni a derecha ni a izquierda, se plantea la posibilidad de negociar un acuerdo que permita gobernar al partido más votado sin que la formación rival se oponga. La respuesta del PS al posible "pacto de caballeros" la ha verbalizado el Ministro de Exteriores, Augusto Santos Silva, asegurando que los socialistas negociarán con los partidos de izquierda, pero que al mismo tiempo también explorarán "soluciones intermedias". "Estas soluciones intermedias pueden resultar ser un acuerdo de caballeros entre los partidos mayoritarios para facilitar la vida a lo que forme gobierno", señaló.