Este domingo se celebran las elecciones legislativas en Portugal. Los comicios se celebran de forma anticipada después que el gobierno de coalición que lideraba el presidente António Costa, formado por el Partido Socialista (PS), el Bloque de Izquierdas (BE) y la CDU, que incluye el Partido Comunista y los Verdes, se haya roto a raíz de la no aprobación de los presupuestos de 2022. El panorama es bien incierto, ya que las encuestas prevén unas elecciones reñidas entre socialistas y conservadores. ¿Conseguirá el PS seguir gobernando? ¿Y si lo hace, se repetirá la coalición de izquierdas? Estas son incógnitas que todavía nadie puede resolver, sin embargo, lo que sí que parece improbable es que algun partido obtenga mayoría absoluta. Inicialmente, sin embargo, los estudios de opinión apuntaban que el PS ganaría holgadamente. Ahora, sin embargo, los conservadores del Partido Socialdemócrata (PSD) liderado por Rui Rio ya han conseguido empatar a los socialistas en los sondeos. Así pues, la contienda electoral se prevé mucho más reñida de lo que se preveía y, escenarios que se creían irreales ahora se contemplan como posibles.

A pesar de la gran rivalidad que separa el PS del PSD, ambos partidos se han mostrado a favor de, en caso de que no se consiga formar gobierno, negociar un "pacto de caballeros" para garantizar la gobernabilidad del país. "Si no gano las elecciones, estoy dispuesto a negociar con quien gane para que Portugal no tenga que convocar unas nuevas elecciones en poco tiempo y garantizar la gobernabilidad", señaló este jueves al cabeza de lista del PSD, Rui Rio. En este sentido, si la aritmética parlamentaria no permite formar gobierno ni a derecha ni a izquierda, se plantea la posibilidad de negociar un acuerdo que permita gobernar al partido más votado sin que la formación rival se oponga. La respuesta del PS al posible "pacto de caballeros" la ha verbalizado el Ministro de Exteriores, Augusto Santos Silva, asegurando que los socialistas negociarán con los partidos de izquierda, pero que al mismo tiempo también explorarán "soluciones intermedias". "Estas soluciones intermedias pueden resultar ser un acuerdo de caballeros entre los partidos mayoritarios para facilitar la vida al partido más votado", ha señalado.

La ultraderecha irrumpe

Cuando faltan tres días para la celebración de los comicios portugueses, las formaciones políticas exprimen el tramo final de campaña para acabar de seducir indecisos. En este contexto, el avivamiento de los conservadores ha dado alas al partido ultraderechista de Portugal, Chega. Y es que la posibilidad de que el PSD gane, pero necesite los apoyos de la extrema derecha portuguesa, hasta ahora con tan solo un escaño, no es remota. En esta línea, en los debates electorales han brotado las especulaciones sobre posibles pactos de gobierno. Si ganara el PSD, pero lo hiciera sin mayoría absoluta, sus preferencias de acuerdo son el CDS-Partido Popular o Iniciativa Liberal.

Con respecto a un posible pacto de gobierno entre el PSD y el partido Ultra Chega, recientemente, el presidente António Costa, que repite como cabeza de lista, expresó que "de la ultraderecha no queremos nada" y recriminó al PSD haber pactado con Chega para conseguir gobernar en Azores. Concretamente, las encuestas auguran que Chega podría multiplicar sus escaños hasta llegar a situarse como tercer partido más votado, bordeando el 8%. Ante un pronóstico favorable al partido ultra que capitanea André Santos, el PSD intenta no atarse excesivamente al partido radical de derechas. En esta dirección iban las palabras que Río les dedicó recientemente. "No valdría la pena conversar con los comunistas y el Bloque de Izquierda después de las elecciones", pero incluyó en el mismo saco el partido ultra. "Lo mismo se aplica a Chega", afirmó

El fenómeno de la abstención

El grado de abstención será uno de los factores determinantes de las elecciones de este domingo. Y es que, en plena ola de ómicron, con los contagios batiendo récords diarios, el porcentaje de electores que acuda finalmente a las urnas será decisivo. En las últimas tres convocatorias electorales, la abstención ha oscilado entre el 45% y el 60%. Con respecto a los datos covid-19 que golpean Portugal, este pasado jueves se registró un nuevo máximo, 65.706 contagios y 1,1 millones de personas confinadas.