Venecia salvada por los pelos. La ciudad italiana ha alzado este martes el sistema de diques MOSE para protegerse de la llegada desde el mar Adriático de una marea de 173 centímetros de altura provocada por la fuerte borrasca que azota a toda Italia y que podría haber causado una inundación histórica. No sería la primera vez que los venecianos tienen que salir con botas de agua porque el agua llega hasta las rodillas. Esta vez, sin embargo, parece que por fin se ha podido comprobar el perfecto funcionamiento de los diques.

"El MOSE está plantando cara a la marea más alta en 50 años. Sin estas barreras, Venecia se habría sumergido de manera catastrófica. Estas barreras están salvando el patrimonio de la humanidad", ha asegurado el vicepresidente Matteo Salvini.

El actual "es peor que la gran marea de hace tres años", cuando la ciudad de los canales sufrió una inundación histórica producida por un aumento de 187 centímetros al nivel del agua, ha detallado Salvini, que también ostenta la cartera de infraestructuras del Gobierno italiano.

Venecia, sacudida por un temporal de lluvia y viento

Este martes, un fuerte temporal cargado de lluvia, viento, oleaje y nieve azota gran parte de Italia y ha llevado a las autoridades a emitir varias alertas ante el alto riesgo de riadas, inundaciones y daños en todo el país. Las previsiones apuntan que el miércoles y jueves que viene también se producirán mareas notables en la laguna de Venecia, con un aumento de hasta 145 centímetros en el nivel de las aguas a media mañana, según ha detallado el Centro de Mareas del Ayuntamiento de la ciudad.

Un sistema de diques polémico

El sistema MOSE, que Venecia estrenó en octubre del 2020, consiste en una serie de diques hidráulicos que cierran las tres bocas que unen la laguna veneciana con el mar los días en que las mareas crecen por encima de los 110 centímetros, impidiendo así la llegada del agua en la capital del Véneto. El objetivo de estas barreras es proteger la delicada ciudad y sus edificios históricos del agua del mar y del efecto corrosivo de la sal, que afecta patrimonio de gran valor.

Los diques, sin embargo, han sido polémicos. Desde que fueron aprobados, pasando por la construcción y los retrasos temporales. Las obras de los diques han costado 5.500 millones de euros, muchos más de los que se habían previsto, y sufrieron muchos retrasos y atrasos. Los diques permanecerán activos porque se prevé que el agua empiece a entrar nuevamente en la laguna veneciana.

En este sentido, la ciudad también inauguró el sábado pasado un sistema adicional de barreras que protegen la emblemática basílica de San Marco de la llegada de la acqua alta en los casos en que no se active el sistema MOSE.

 

Imagen principal: la plaza de San Marco, ligeramente llenada de agua / Unsplash