El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado esta semana que el país podría estar preparado para celebrar elecciones en los próximos 60 a 90 días, siempre que los Estados Unidos y Europa puedan garantizar un nivel mínimo de seguridad. La declaración llega en un momento en que Zelenski intenta responder a las acusaciones del presidente estadounidense, Donald Trump, que lo acusa de utilizar la guerra para “aferrarse al poder”.

Zelenski remarcó que no se opone a votar, pero advirtió que la realidad del frente hace muy difícil imaginar un proceso electoral normalizado. “¿Cómo se puede hacer esto bajo ataques de misiles? ¿Cómo votarán nuestros soldados en el frente?”, se preguntó el martes. Por este motivo hizo un llamamiento explícito a EE.UU. para que ayuden a garantizar la seguridad necesaria para organizar unos comicios mínimamente fiables.

¿Ha caducado el mandato de Zelenski?

Ucrania no celebra elecciones desde 2019. Aquel año, Zelenski ganó la presidencia por una mayoría abrumadora y posteriormente disolvió la Rada. Las legislativas celebradas en julio dieron a Siervo del Pueblo, su partido, una mayoría absoluta. Todo cambió en febrero de 2022, cuando Rusia inició la invasión a gran escala. Con el país bajo ataque, el gobierno decretó ley marcial, que se renueva cada 90 días y que prohíbe la celebración de cualquier elección hasta el final de las hostilidades.

Entonces, ¿por qué Zelenski dice ahora que “está preparado”? La respuesta es diplomática. Kyiv se encuentra inmerso en un proceso de negociación delicado en torno al nuevo plan de paz impulsado por el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y su yerno Jared Kushner. El plan inicial, de 28 puntos y percibido como excesivamente favorable a las exigencias rusas, se ha reducido a 20 puntos, pero el tema del territorio continúa sin resolverse. Con la presión de los EE.UU. aumentando, Zelenski intenta mostrar que no se resiste a la democracia, sino que necesita garantías reales para no convertir unas elecciones en un caos que beneficiaría a Moscú.

¿Presiones de Putin y Trump: condición sine qua non para negociar?

Rusia, y ahora también Trump, han aprovechado el final formal del mandato de Zelenski (previsto para 2024) para alimentar un relato que cuestiona su legitimidad. Por eso, Moscú insiste en celebraciones inmediatas, a pesar de que el país continúa bajo bombardeos constantes. Expertos ucranianos recuerdan que Rusia ha intentado desestabilizar procesos electorales ucranianos en el pasado, y que convocar comicios bajo fuego sería “un regalo para el Kremlin”.

Los obstáculos prácticos son enormes. Con 5,9 millones de refugiados en el extranjero y más de 4,4 millones de desplazados internos, el simple hecho de actualizar los registros electorales sería una odisea. Solo el 75% de los colegios electorales están todavía operativos, según la comisión electoral ucraniana. A esto se suma que casi un millón de soldados están desplegados en el frente, donde no se podría garantizar ningún mecanismo seguro de votación

Confusión entre la población y tiempo de preparación

Según Serhiy Dubovyk, subjefe de la comisión electoral, Ucrania necesitaría seis meses de preparación para asegurar unos comicios que cumplan los estándares internacionales. Hacerlo en dos o tres meses sería, afirma, “imposible”.

Los ciudadanos, por su parte, lo tienen claro. Muchos entrevistados por Reuters consideraron que hay que priorizar la guerra. “Primero debemos acabar el conflicto; después, ya votaremos”, decía Roman, un pensionista de 61 años. Otros recuerdan que la ley marcial es explícita: “No se pueden hacer elecciones hasta que haya terminado”, afirmaba Lana, una joven empleada de librería.

Con partes del país todavía ocupadas y ataques constantes sobre infraestructuras vitales, la pregunta es inevitable: querer votar es una cosa; poder votar, otra muy distinta.