Los continuos ataques sobre la infraestructura eléctrica de Ucrania, que ha preparado Rusia estos últimos días sobre el territorio ucraniano ya han tenido efecto y el presidente Volodímir Zelenski se ha visto obligado a restringir a la población el uso de la electricidad. Es una situación sin precedentes en casi 8 meses de guerra, pero los ataques de los últimos días no han dado otra opción al gobierno ucraniano, que se ha visto obligado a tomar esta medida drástico. Por eso, a última hora de ayer miércoles, el Ejecutivo anunció cortes momentáneos del suministro por todo el país, pidiendo que se limite el uso de la energía entre las 7:00 y las 23:00". El encargado de explicar esta nueva medida ha sido el subjefe de la oficina del presidente Zelenski, detallando que la decisión se ha tomado conjuntamente, después de que el ministerio de Energía ucraniano se haya reunido con los gobernadores regionales.

Con todo, los cortes de suministro no serán simultáneos en todo el país y se verán especialmente afectadas las empresas y las fábricas, para proteger la población y que esta sufra el mínimo posible. Eso no evitará, sin embargo, que este jueves sea "un día muy difícil", tal como añadió ayer el asesor de Zelenski, "por los bombardeos que han tenido lugar en los últimos días contra las instalaciones energéticas". "Entendemos que si no tenemos bastante volumen de energía en Ucrania en general, habrá apagones continuos en todo el territorio, y, por lo tanto, eso también afectará a la población. Mañana se minimizará el uso de la electricidad en el alumbrado público", han detallado desde la oficina del presidente, todo y que sin aclarar, por ejemplo, durante cuántas horas se apagarán las luces de las calles.

Pérdidas del 40% de la capacidad de generar energía

Esta decisión sin precedentes resultaba de cada vez más necesaria, ya que según han explicado desde el ministerio de Energía, el país como mínimo ha perdido el 40% de su capacidad de generar energía después de varios días de ataques continuos con misiles y drones. El mismo Zelenski decía el martes que Rusia había conseguido bombardear y destruir un tercio de las plantas de energía ucranianas. "Ya están en marcha las tareas de restauración y reparación, pero los milagros no siempre son posibles", ha afirmado Oleksander Jarchenko, que también adelanta que no solo habrá cortes de emergencia, sino que también se programarán para evitar sobrecargar la red.

Ayer, Zelenski detallaba que "desde el 10 de octubre, el 30% de las centrales eléctricas de Ucrania han sido destruidas, provocante apagas masivas en todo el país" a través de un tuit, hecho que sitúa el país a punto de empezar el invierno, que se prevé llevar, sin casi un tercio de sus centrales eléctricas. Esta situación, además, podría empeorar, ya que no parece que Putin tenga la intención de parar de bombardear Ucrania después de haber vuelto a atacar Kyiv, meses después de una tregua. Mientras tanto, las fuerzas rusas han asegurado que sus objetivos eran estratégicos, es decir, las mismas centrales eléctricas. Sin embargo, los bombardeos rusos perpetrados con drones kamikaze iraníes son inexactos y a menudo han impactado contra edificios civiles. Eso implica que a la pérdida de capacidad de generar electricidad se le tiene que sumar también la pérdida de vidas civiles y la destrucción de edificios residenciales.