Nueva victoria para el magnate republicano Donald Trump, que se ha impuesto esta madrugada en las primarias de Indiana acaparando 57 delegados y ya le faltarían sólo 190 para proclamarse ganador del nombramiento del partido republicano con 1.237.

Aunque un ala del partido favorable a Ted Cruz había intentado evitar la victoria del multimillonario neoyorquino a través de una campaña televisiva "anti-Trump", que costó millones de dólares, el magnate ha alcanzado una amplia victoria que ha tenido como consecuencia la marcha de su rival, el senador Cruz, que prácticamente da carta blanca al nombramiento del magnate.

"Suspendemos la campaña", ha anunciado delante de todos sus seguidores, y lo ha justificado poniendo sobre la mesa que "hemos dado todo lo que hemos podido, pero esta noche los votantes han escogido". Esto, sin embargo, no impedirá al senador a seguir luchando por la libertad, para defender la Constitución y los valores judeocristianos. "Nuestro movimiento continuará", ha avisado.

Duro competidor

Después de conocer la decisión de su contrincante de terminar, Trump lo ha calificado de "duro competidor" y lo ha animado asegurando que "tiene un gran futuro por delante". Eso sí. Antes de conocer los resultados, el magnate republicano ya había emplazado a Cruz a abandonar la competición por la carrera a la Casa Blanca si no ganaba en Indiana.

Ahora que Cruz ha abandonado la lucha, a Trump sólo le queda un rival, John Kasich, que está muy lejos de poder alcanzar al mangante. Una vez conocida la retirada de su compañero, el republicano ya mira hacia noviembre y ha puesto de manifiesto que "ahora vamos contra Hillary Clinton". 

Sanders resurge

La demócrata no ha tenido tanta suerte esta madrugada. Su contrincante, Bernie Sanders, se ha impuesto a la exsecretaria de Estado, rompiendo así todas las previsiones de las encuestas. En un momento en que muchos ya daban por acabada su carrera, Sanders ha superado los pronósticos y ha triunfado en Indianápolis, Forth Wayne, South Bend y muchas otras zonas rurales.

Ahora bien. Esta victoria no tendrá una gran repercusión en la carrera por la presidencia en los Estados Unidos, ya que, por una parte, la victoria de Sanders no fue muy amplia y, de la otra, a la convención de julio, los demócratas suelen repartir sus votos de manera proporcional entre los candidatos.