Centenares de tractores han entrado a primera hora de este lunes en el centro de Bruselas haciendo sonar sus bocinas, quemando neumáticos y balas de paja. Eso ha provocado la intervención de la policía y de los bomberos belgas, y es que el objetivo de los campesinos es el de hacerse notar durante la reunión de ministros europeos de Agricultura que se celebra este lunes en la capital belga. Los campesinos ya protagonizaron una movilización similar el pasado día 1 de febrero durante una cumbre de líderes europeos. Protestan contra la caída de sus ingresos, las regulaciones medioambientales, la sobrecarga administrativa o los acuerdos de libre comercio, como el que todavía tienen pendiente de concluir la Unión Europea y el Mercosur.

Según la policía belga, los manifestantes se desplazan en varias columnas por autopistas y carreteras hacia la capital. La previsión es que entren principalmente por calles de Mons, de Lovaina y Tervueren, por lo cual ha multiplicado los avisos de desaconsejar usar el coche y priorizar el transporte público. El objetivo de las organizaciones agrícolas convocantes es bloquear el distrito europeo de Bruselas para "estar presentes al inicio del Consejo Europeo de Ministros de Agricultura", ha afirmado el secretario general de la Federación de Jóvenes Agricultores (FJA), Guillaume Van Binst.

Los organizadores de la tractorada

Su organización es una de las convocantes, junto con la Federación Unida de Agrupaciones de Criadores y Agricultores (FUGEA) y la Federación Valona de Agricultura (FWA), y se les han unido la Coordinación Europea Vía Campesina (ECVC), el Movimiento de Acción Campesina (MAP) y Boerenforum. "Europa tiene que proteger mejor su agricultura, especialmente en el marco de los acuerdos de libre comercio", reclama la FJA en un comunicado. La Federación de Jóvenes agricultores considera que la Unión Europea "también tiene que tener los medios para conseguir sus ambiciones dotando a la Política Agrícola Comuna (PAC) de un presupuesto adecuado que permita a los agricultores obtener ingresos por los numerosos esfuerzos que realizan en favor del medio ambiente".


Por su parte, Vía Campesina insta a "acabar con los acuerdos de libre comercio y la competencia desleal, empezando por el fin definitivo de las negociaciones del acuerdo UE-Mercosur." Este sindicato apuesta por "regular los mercados y hacer obligatoria la directiva sobre Prácticas Comerciales Desleales". De hecho, ponen como ejemplo la ley española de la cadena alimenticia, para garantizar precios justos y estables que cubran los costes de producción y el trabajo de los agricultores, y estén protegidos así de la especulación".

Reparto equitativo de las ayudas

Las otras reivindicaciones de esta organización agraria es "garantizar un presupuesto suficiente y un reparto equitativo de las ayudas de la PAC para facilitar una transición justa hacia la agroecología y las prácticas sostenibles", "reducir la carga administrativa" y "frenar la desregulación de los OMG y las nuevas técnicas genómicas".

"La Comisión Europea tiene que cambiar su enfoque y alejarse de los dogmas liberales si quiere garantizar un futuro a las explotaciones agrícolas y a los agricultores que alimentan a la población europea, cuyo número disminuye rápidamente," según Vía Campesina. El sindicato también carga contra la Organización Mundial del Comercio, que celebra una conferencia ministerial desde hoy hasta el jueves que viene en Abu Dhabi, por su "inmensa responsabilidad en la actual crisis social y medioambiental". "En un momento en que las movilizaciones campesinas se multiplican en toda Europa, así como en la India, África y América Latina, es hora de poner fin a la OMC y construir un nuevo marco comercial basado en la soberanía alimentaria y la solidaridad internacional", aboga Vía Campesina.