El ataque de Irán a Israel ha puesto a prueba las defensas aéreas del país y acercó posiciones entre Tel-Aviv y Washington. A pesar de todo, los ataques a Gaza por parte del ejército de Israel continúan y también la falta de ayuda humanitaria. El foco, desde el sábado, se ha puesto en el ataque de Teherán y una posible respuesta por parte de Israel. Un hecho que ha dejado fuera de foco la falta de ayuda humanitaria a Gaza y el hambre que pasa la población. Casi toda la población civil de la franja está desplazada después de más de seis meses de guerra.

Presión para la ayuda humanitaria a Gaza

El presidente norteamericano, Joe Biden, había aumentado la presión sobre Israel para que mejorara el acceso de los trabajadores humanitarios y permitiera la entrada de más ayuda a Gaza, particularmente después del asesinato de siete personas que trabajaban para la agencia alimentaria World Central Kitchen a marzo. La jefa de ayuda de los Estados Unidos, Samantha Power, se convirtió la semana pasada en la primera funcionaria del país en confirmar que el hambre empezaba a consolidarse en el territorio. En los Estados Unidos y en el Reino Unido hubo discusiones sobre la legalidad de la venta de armas a Israel, vistas las condiciones en Gaza.

En respuesta, Israel había prometido "inundar" Gaza con ayuda, mejorar la coordinación con los servicios humanitarios para que pudieran entregar ayuda sin riesgo de ser atacados, abrir cruces directamente en el norte de Gaza, donde el hambre es más extremo, y permitir que llegaran alimentos a través de sus fronteras.

El cumplimiento de estas medidas ha sido desigual: ahora hay un cruce norte abierto, según destaca el The Guardian, pero la ONU (que proporciona casi toda la ayuda alimentaria a Gaza en este momento) todavía no lo puede utilizar. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, parecía estar cambiando ligeramente de posición. Pero todas estas promesas y el foco de atención ha quedado desviado y en standby con el ataque de Irán y la posible respuesta de Israel.

Y no únicamente. El ataque sin precedentes de Irán durante el fin de semana, en respuesta a un ataque israelí contra un complejo diplomático en Damasco, obligó de hecho a los Estados Unidos y otros aliados a dejar de lado las diferencias y unirse en torno a Israel.

Campos de refugiados y un ataque a Rafah pendiente

Más de un millón de personas viven en el sur de la franja en tiendas de campaña y refugios improvisados, después de huir de los combates más al norte. Los Estados Unidos han dicho que Israel no puede continuar con la operación a menos que tenga un plan claro para proteger a los civiles. Netanyahu dice que cuatro batallones de Hamás se esconden en Rafah y que se han aprobado planes para una operación, pero no ha fijado una fecha. De momento, todo queda abierto y pendiente, pero el foco de atención se ha desviado. Ahora bien, las operaciones de Israel en Gaza, no se han detenido.

El número de muertos ha aumentado a más de 33.700, la mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlada por Hamás. Israel inició la guerra después de que Hamás matara a unas 1.200 personas, la mayoría de las cuales eran civiles, en un ataque transfronterizo el 7 de octubre.