Taiwán ha empezado este miércoles sus maniobras militares anuales, movilizando a unos 22.000 reservistas que, durante los próximos diez días, participarán en un riguroso programa de entrenamiento dirigido a fortalecer sus capacidades de defensa. La isla del Pacífico pretende hacer una demostración de su fuerza con unas maniobras únicas hasta ahora, tanto en lo que se refiere al número de militares convocados como por algunas de las actividades que se llevarán a cabo.
Los ejercicios "Han Kuang" se efectuarán entre el 9 y el 18 de julio, es decir, tendrán una duración de diez días y nueve noches, el doble que el año pasado. En esta edición, los soldados simularán varios escenarios, entre los cuales destacan los "bombardeos de precisión de largo alcance", un ejercicio enfocado a combatir una posible invasión china. De hecho, las autoridades taiwanesas ya han fijado el 2027 como el año en que creen que se puede producir el intento de ocupación por parte del gigante asiático. El ejercicio contará también con simulacros de supervivencia urbana en condiciones de fuego real "sin precedentes" y prácticas de guerra costera y urbana para repeler posibles incursiones anfibias. Según ha declarado el ministro taiwanés de Defensa, estas maniobras tienen como objetivo "demostrar a la comunidad internacional que estamos decididos a defendernos, y transmitir a la China que nuestro ejército tiene la confianza y capacidad de defender una vida libre y democrática".
Uno de los aspectos más relevantes de las maniobras de este año es que, por primera vez desde 1984 —cuando se llevó a cabo la primera edición—, se pondrá a prueba también la "capacidad de resiliencia de toda la sociedad". Esto implica simulacros urbanos de ataques aéreos, evacuaciones masivas y protección de infraestructuras críticas en todo el país, con el objetivo de preparar la población taiwanesa ante un posible escenario de guerra total. "Solo a través de la preparación podemos preservar la paz", ha aseverado Tung Chi-hsing, general taiwanés. El Ministerio de Defensa Nacional del Taiwán ha informado a la población de las características del ejercicio mediante un "adorable" vídeo hecho con dibujos animados y publicado en X.
What is the #HanKuang exercise? What's different this year?
— 國防部 Ministry of National Defense, ROC(Taiwan) �������� (@MoNDefense) July 2, 2025
This cute video clip will tell you.#HK41 #PeaceThroughStrength pic.twitter.com/G7VpdQbWb1
Dos países irreconciliables, una tensión creciente
Taiwán, oficialmente conocida como República de China, vive bajo la presión constante de Pekín que, desde hace tiempo, flirtea con la posibilidad de tomar el control de la isla, haciendo uso de la fuerza si es necesario. Las alertas por presencia de aviones chinos sobrevolando el espacio militar taiwanés o barcos rodeando las aguas de la isla acostumbran a ser recurrentes, tensando las relaciones entre dos actores que arrastran una larga historia de confrontación. De hecho, en las 24 horas previas al inicio de las maniobras militares, Taiwán captó la presencia de 31 aviones militares y seis barcos de guerra chinos en torno a la isla. Y la semana pasada, un cohete lanzado desde China atravesó una sección del suroeste del Taiwán, haciendo saltar todas las alarmas en el país.
A consecuencia de esto, en los últimos años Taiwán ha aumentado considerablemente su presupuesto militar, adquiriendo equipamiento de alta tecnología —recientemente, Estados Unidos dotó a la isla de sistemas lanzacohetes HIMARS de gran potencia y precisión— para defenderse ante las amenazas del gigante asiático. De momento, la diferencia entre el arsenal de ambos países todavía es abismal. Sin embargo, eso no garantiza el éxito de una posible operación china con el objetivo de invadir la isla. Muchos críticos remarcan que, a pesar de la disparidad de fuerzas, Pekín presenta dificultades logísticas y desorganización a las altas esferas del ejército, hecho que pone en duda la viabilidad de sus aspiraciones expansionistas.