El Gobierno de Sri Lanka ha acusado este lunes a un movimiento islamista local de estar detrás de los ocho atentados con explosivos perpetrados ayer contra iglesias y hoteles en los que perdieron la vida 290 personas y otras 500 resultaron heridas. Se trata de un grupo juhadista local, poco conocido, anomando National Thowheeth Jama'ath Nacional (NTJ). Según el portavoz del Ejecutivo, Rajitha Senaratne, contaban con la ayuda de una "red internacional".

"Nosotros no creemos que estos ataques fueran llevados a cabo por un grupo de personas confinadas en este país", ha indicado Senaratne. "Hubo una red internacional sin la cual estos ataques no habrían tenido éxito", ha remachado. Por su parte, la Presidencia de Sri Lanka ha informado de que el mandatario del país, Maithripala Sirisena, va a solicitar ayuda internacional para investigar los vínculos extranjeros con la cadena de atentados perpetrados el Domingo de Resurrección. 

"Los informes de Inteligencia señalan que hay organizaciones terroristas extranjeras detrás de los terroristas locales. Por tanto, el presidente va a pedir la ayuda de otros países", ha indicado la Presidencia ceilandesa en un comunicado. 

De acuerdo con Ruwan Gunasekera, portavoz de la policía, en las últimas horas se ha detenido a 24 personas en relación con los atentados. Siete terroristas se inmolaron en seis explosiones en iglesias y hoteles el Domingo de Pascua, según informa el Gobierno. Añaden que las personas que han sido detenidas y permanecen en custodia policial en relación con los atentados.

Atentados simultáneos

Sri Lanka vivió ayer un Domingo de Resurrección sangriento cuando se produjeron seis explosiones de forma simultánea hacia las 08.45 hora local (02.45 GMT) en tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en la oriental ciudad de Batticaloa.

Horas después, una séptima detonación tuvo lugar en un pequeño hotel situado a unos cien metros del zoo de Dehiwala, a unos diez kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo. Además, artificieros del Ejército de Sri Lanka detonaron también el domingo de manera controlada un explosivo localizado en las proximidades del principal aeropuerto internacional del país.

Al menos 32 extranjeros se encuentran entre los fallecidos en los atentados de este domingo y 30 más están hospitalizados. Entre los muertos hay nacionales de Bélgica, Estados Unidos, China y el Reino Unido, entre otros países.

En Sri Lanka la población cristiana representa el 7,4 %, mientras que los budistas son el 70,2%, los hinduistas el 12,6 % y los musulmanes el 9,7 %, según datos del censo de 2011. Se trata del peor episodio de violencia vivido en el país desde el fin de la devastadora guerra civil, hace una década.

Estados Unidos, en alerta

El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha emitido una alerta de viaje este domingo a última en que avisa sus ciudadanos que "grupos terroristas" continúan planificando atentados en Sri Lanka y que "pueden atacar" otra vez objetivos como por ejemplo nudos de transporte, centros comerciales, hoteles y lugares de culto.

Un país mayoritariamente budista

Sri Lanka tiene 22 millones de habitantes. La religión más practicada en Sri Lanka es la budista, con más de un 70% de la población. El cristianismo representa alrededor del 7%, detrás del hinduismo (más del 12%) y el islam (casi el 10%), según el censo del 2011.