La situación de sequía en Catalunya es muy grave y podría ir a peor si durante esta primavera no llueve de manera abundante y en todo el país. Con todo, este viernes se celebra lo que el presidente Pere Aragonès ha bautizado como "cumbre del agua" para decidir las líneas de actuación en el país para intentar revertir el panorama y encontrar soluciones, no sin los reproches del resto de partidos que consideran que este encuentro llega tarde y cuando ya hay poco margen de mejora. Entre todas las propuestas que se debatirán seguramente, sin embargo, no se incluirá la que ha aprobado México, otro país que se encuentra en un momento muy duro por la falta de lluvias. Por eso, desde su gobierno han apostado para dar luz verde a un programa de "estimulación de lluvias", que estará en vigor entre este martes 28 de marzo y el 7 de mayo al sistema que suministra agua en la capital del país.

¿Cómo lo harán para que llueva más en el Valle de México? La idea es "bombardear" las nubes para combatir los efectos de la sequía e incrementar en un 25% la captación de agua de lluvia, con colaboración de una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana. Durante la jornada de este lunes se instalaron los equipos y la ubicación de reactivos en el centro de país. En un comunicado de las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural recogido por Efe, informaron sobre este programa de estimulación de lluvias, que consistirá en "bombardear nubes" en el Valle de México ante la falta de agua durante los meses de marzo, abril y mayo. Esta decisión estaría muy meditada y se ha consensuado a la Comisión Nacional del Agua.

Mezcla de yoduro de plata y acetona para estimular las nubes

Este lunes se apuntó que el químico recursivo está compuesto por partículas de yoduro de plata y acetona para su aspersión en las nubes para la precipitación pluvial. El 2023 es el tercer año del programa de Estimulación de Lluvias en México, con 250 vuelos y una efectividad del 25 al 45% más de lluvias, hecho que beneficia a los productores agrarios de zonas desérticas en el norte del país. Además, desde las autoridades insisten en que este sistema no tiene ningún impacto medioambiental "ni contaminación del agua por su composición de sal y mineral". El gobierno mexicano puso en marcha este proyecto en el 2021 con el objetivo de impactar sobre un millón de hectáreas en una región en el estado de la Baja California y los resultados fueron significativos, motivo por el cual en los años siguientes lo han seguido adoptando y se ha incluido más zonas desérticas para controlar los incendios y tener más suministro de agua.