La tensión entre Kosovo y Serbia sigue aumentando con acusaciones cruzadas por parte de los dos países. Desde Belgrado han desafiado el llamamiento de la OTAN de rebajar la presión y desde este lunes han puesto sus tropas en estado de alerta máxima, mientras que desde Pristina aseguran que si la misión KFOR de la OTAN no elimina el bloqueo de las carreteras del norte de Kosovo, que los serbios hace semanas que ocupan con barricadas, ellos mismos se encargarán de abrir el paso. El detonante de este malestar fue la detención de antiguos agentes de policía serbios en medio de una crisis generada por un ultimátum de Pristina a los serbokosovares para que cambien las matrículas serbias de sus vehículos por las de Kosovo. Eso desencadenó protestas en el norte del país, donde los serbokosovares han montado barricadas para bloquear la circulación. Durante la última noche, han instalado dos más, esta vez dividiendo la ciudad de Mitrovica, situada en una zona conflictiva en la frontera con Serbia.

Ante esta situación, Serbia ha decidido responder y poner a su ejército en alerta máxima, responsabilizando al gobierno kosovar de la escalada de las protestas de los serbokosovares. El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha asegurado que se está esforzando por rebajar la tensión, pero ha considerado que los bloqueos en las carreteras de Kosovo son movilizaciones legítimas. Vucic también ha criticado la comunidad internacional porque considera que han tolerado un intento de expulsión de la minoría serbia en Kosovo.

Acusaciones del Kosovo a Serbia

El primer ministro kosovar, Albin Kurti, sin embargo, ha denegado tener cualquier responsabilidad y ha apuntado que estas barricadas han contado con el apoyo del gobierno serbio. De hecho, ha señalado que son "instrucciones políticas y financieras de Belgrado". Ante esta situación, ha asegurado que tienen "la fuerza" y "el poder" para eliminar las once barricadas instaladas desde hace dos semanas. "Pero la misión KROF insiste en que se los tenemos que dar más tiempos", ha explicado Kurti. Sin embargo, el primer ministro kosovar ha advertido que esta situación "no puede durar demasiado". "Si la KFOR no está en condiciones para retirar las barricadas o, por razones que desconozco, no quiere hacerlo, entonces tendremos que hacerlo nosotros", ha sentenciado.

Las exigencias de los manifestantes

Por su parte, los manifestantes exigen que se ponga en libertad a los antiguos agentes de policía serbios acusados de crímenes de guerra por parte de Kosovo. Asimismo, la población serbokosovar también pide que se retiren las unidades de policía especial que ha enviado Prístina al norte del país porque aseguran que "viola los acuerdos de normalización". Hay que recordar que Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, proclamada en el 2008.