Rusia ha empezado hoy el repliegue de las unidades militares desplegadas en la península de Crimea, anexada por los rusos, hacia sus cuarteles habituales. Según las estimaciones de la UE, unos 100.000 soldados habían sido desplazados por un "ejercicio sorpresa", avivando la tensión en una zona que fue marcada por la guerra en el 2014. Ahora, el Kremlin ha decidido desescalar el potencial conflicto y ha anunciado el repliegue de los soldados a partir de hoy y hasta el 1 de mayo.

100.000 soldados rusos

El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigú, anunció desde Crimea la retirada de las tropas desplegadas para ejercicios militares en el sur y el oeste del país, territorio fronterizo con Ucrania y los países bálticos. De acuerdo con Defensa, actualmente "unidades militares y formaciones se están marchando hacia estaciones de ferrocarril y aeródromos, cargando barcos de asalto, plataformas ferroviarias y aviones militares de transporte".

En las maniobras, según el Ministerio de Defensa, participaron más de 10.000 militares, 1.200 unidades de armas y equipo militar, más de 40 barcos de guerra y 20 barcos de apoyo. Por otra parte, según las estimaciones de la Unión Europea y del gobierno de Ucrania, Rusia habría movilizado a cerca de 100.000 soldados rusos, incluidos varios batallones de élite, en la península desde finales de marzo.

"Las tropas del distrito militar Sur y las fuerzas aerotransportadas que participaron en los ejercicios han empezado a volver a sus sitios de emplazamiento permanentes", ha señalado Defensa en un comunicado. "Considero que los objetivos de los ensayos sorpresa se han conseguido completamente. Las tropas demostraron la capacidad de garantizar una defensa segura del país", ha añadido el ministro.

No obstante, Shoigú ha matizado que parte del armamento pesado permanecerá en el polígono de Pogonovo, a unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania, para la participación en las maniobras Zapad-2021.

Preocupación internacional

La creciente presencia militar en la zona inestable donde se desarrolló la guerra del 2014 y que dejó más de 14.000 muertos, provocó alarma no solos en Ucrania, sino también en la Unión Europea, los EE.UU. y la OTAN. De hecho, el presidente norteamericano Joe Biden, contactó personalmente con el líder ruso Vladimir Putin, pidiéndole la retirada de las tropas de la zona, y también expresó su apoyo a Kiev ante "la agresión rusa".

Foto principal: líderes militares rusos, entre ellos el ministro de Defensa, Serguei Shoigú / Efe