Varapalo para el conservador Friedrich Merz, el líder de la CDU y ganador de las elecciones alemanas, que no ha conseguido ser elegido canciller de Alemania en una primera votación en el Parlamento tan ajustada como histórica en la República Federal, ya que hasta ahora todos los cancilleres han sido elegidos en la primera votación. Merz no ha conseguido la mayoría necesaria de 316 votos y se ha quedado con 310, un hecho sorprendente, ya que la CDU y SPD han acordado un gobierno de coalición que suman 328 votos. El bloque conservador, formado por Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) cuentan con 208 escaños en el nuevo hemiciclo, y a estos se los tienen que sumar los de los socialdemócratas, que tienen 120. Merz se someterá a una segunda votación este mismo martes a partir de las 15.00 horas después de que los conservadores hayan hecho un llamamiento a la responsabilidad. El diputado Jens Spahn ha afirmado "toda Europa, quizás todo el mundo, está pendiente de estas elecciones". Algunas fuentes apuntan que si Merz perdiera esta segunda votación, no se presentaría a la tercera, ya que también hay la opción que se presente un nuevo candidato.

Sorprendentemente, estos números, que se daban por hechos, no se han cumplido. Del total 310 diputados han votado a favor, 307 diputados en contra y 3 abstenciones. Así pues, de momento, Olaf Scholz continuará siendo canciller hasta que se elija a un sucesor.

Situación inédita en Alemania

"El diputado Friedrich Merz no ha obtenido la mayoría necesaria de al menos 316 votos. De conformidad con el apartado 2 del artículo 63 de la Ley Fundamental, no ha sido elegido canciller federal de la República Federal de Alemania. Suspendo la sesión" para que los grupos puedan efectuar consultas. Así lo ha anunciado la presidenta de la cámara baja, Julia Klöckner. La situación es inédita en Alemania y da paso a una segunda votación, según explica del Bundestag. Para ser elegido, el candidato tiene que obtener los votos de la mayoría absoluta de los diputados, si no lo consigue en la primera ronda da lugar a una segunda votación, en la que también se requiere mayoría absoluta en un plazo máximo de 14 días, como señala el artículo 63.3 de la Constitución alemana. Para eso, Merz se puede volver a proponer, pero también se podría optar por otro candidato. Si la segunda ronda tampoco mujer el nombre del canciller, el Parlamento tiene que volver a votar inmediatamente en una tercera fase dónde basta con la mayoría simple. Dado el caso, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, tendría que designar en los 7 días después al candidato elegido como jefe de gobierno o disolver la cámara y volver a convocar elecciones.

En la historia reciente de Alemania nunca ningún candidato a canciller había fracasado en su primer intento de ser elegido jefe de gobierno y en el caso de Merz la sorpresa ha estado mayúscula, dado que el bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) contaban con doce votos de margen. El voto es secreto y en este procedimiento las papeletas de votación solo se pueden entregar antes de entrar a la cabina de votación. Según la cadena de televisión Phoenix, todos los diputados de la coalición negociada (CDU, CSU, SPD) han asistido en la cámara baja, es decir, que no había nadie de baja por enfermedad. En conjunto tienen 328 escaños. Esto supone que al menos 5 de ellos han votado en contra de Merz. Según apuntan varias fuentes uno de los ministros designados, en una conversación informal a los pasillos del Bundestag, ha afirmado que el fracaso de Merz se debe a una rebelión en las filas socialdemócratas, que estarían descontentos con la dirección del SPD y los nombramientos para los ministerios en la coalición con la CDU.