La salida del Reino Unido tendría un impacto directo para sus ciudadanos, pero también para todos los países de la Unión Europea. Por eso, en El Nacional os queremos explicar cuáles son los 10 puntos más imprescindibles de este debate.

1. Un debate que viene de lejos

La unión de Londres con Bruselas es un debate que ha estado siempre presente dentro de la política británica. El año 1973 Londres entró en la Comunidad Económica Europea, más adelante denominada Unión Europea, con la primera ampliación de la comunidad y junto con Dinamarca e Irlanda. Un año después, cuando el laborista Harold Wilson llegó al poder, ya prometió una renegociación del términos de entrada en la Comunidad.

Los británicos no estaban de acuerdo con la contribución que les tocaba hacer al presupuesto comunitario. Por eso, en marzo de 1975 se llegó a un acuerdo en el Consejo Europeo, y en junio de aquel mismo año los británicos ratificaron el acuerdo y la incorporación en Europa en un referéndum con un 67% de los votos. Aquella votación permitió que Londres entrara en la Comunidad Europea con el apoyo de los ciudadanos, pero el debate dentro de la política y la sociedad no acabó. El referéndum de este jueves es un claro ejemplo que, en función del resultado, puede no acabar el viernes.

2. Las consecuencias del Brexit para el Reino Unido

Tal como explica a El Nacional el analista del CIDOB, Pol Morillas, en un primer momento habría un "choque económico importante". La inversión extranjera y la libra se podrían ver claramente afectadas pero, además, según el analista, tampoco hay nada que indique que "el acuerdo sería positivo" a largo plazo.

Una vez estabilizada la economía, después del revés inicial, todo dependería del acuerdo que se llegara con Bruselas por el libre comercio, señala Morillas. Aquí, sin embargo, sería Europa quien tendría "la sartén por el mango" a la hora de decidir cómo tendría que ser la salida Reino Unido y su nueva situación. Si el Reino Unido saliera de la UE, los otros veintisiete países tendrían que ponerse de acuerdo para ver cuál tiene que ser la nueva relación con Londres, sin que estos pudieran decir la suya. Algunos países, como Francia, defenderán no dar privilegios a los británicos.

3. El liderazgo de Cameron, en entredicho

El primer ministro británico, David Cameron, ha asegurado que su liderazgo no está en juego, tanto si hay Brèxit como si no hay. La verdad, sin embargo, es que el partido conservador está muy dividido y que en caso del cual el Brexit saliera como favorito, en contra de la voluntad del premier, la división interna dentro del partido se agravaría.

El analista del CIDOB explica que el partido conservador siempre ha tenido un ala mucho más euroescéptica y otra mucho más europea. Desde el tiempo de Margaret Thatcher estas dos alas han dificultado una única posición dentro del debate de la Unión Europea. El referéndum del jueves "no es más que una última etapa de eso", tal como explica Morillas. Por eso, asegura que el referéndum sale de una promesa electoral de Cameron para consolidar su liderazgo dentro del partido y para hacer frente a esta línea divisoria. Según Morillas, Cameron convoca el referéndum no tanto para los ciudadanos sino para consolidar su posición dentro del partido y para confrontar las visiones más euroescépticas.

Sin embargo, puede pasar de que acabe siendo "contraproducente para sus propios intereses, sobre todo si hay un Brèxit", remarca el analista del CIDOB. En este sentido explica que si finalmente el Reino Unido acaba votando Leave, y tiene que haber una negociación con Bruselas para marcharse, es complicado que Cameron sea visto como lo mejor para negociarlo. Difícilmente sus compañeros de partido más euroescépticos lo aceptarían. Sin embargo, la renovación del partido conservador tampoco sería fácil y nada garantiza que sea el exalcalde de Londres y líder de la campaña del Brèxit, el tory Boris Johnson, quien pudiera acabar liderando el partido, según Morillas.

4. El perfil de los votantes del Brexit

La campaña a favor del Brexit ha tenido dos ejes central: inmigración y soberanía. Así pues, los partidarios de esta opción han intentado convencer a los votantes haciendo una campaña emocional, apelante a la soberanía británica y al control sobre la inmigración. Estos dos ejes son los que más movilizan el voto antieuropeísta, pero, según Morillas, hay gente muy diferente dentro de este campo.

El analista del CIDOB explica que el voto antieuropeísta es el de la gente más mayor y más rural, de aquellos que se sienten perdedores de la globalización y que entienden que la Unión Europea va en contra de sus intereses. Los partidarios de quedarse son la gente más joven y más cosmopolita. Por lo tanto, un aumento en la participación, que vendría básicamente provocado polo voto más joven, ayudaría a los partidarios de quedarse.

5. Famosos para el Brèxit y para el Bremain

Varias personalidades, desde políticos hasta actores, cantantes o futbolistas se han decantado abiertamente por una de las dos opciones: Brèxit o Bremain. El futbolista David Beckham, el científico Stephen Hawking y la escritora J.K. Rowling, se han mostrado abiertamente a favor de la permanencia del Reino Unido dentro de la UE.  

En el otro lado, los actores Michael Cain o los cantantes de The Who, Roger Daltrey, son críticos con Bruselas y partidarios del Brèxit. También lo son la actriz Joan Collins o Liz Hurley.

6. ¿Puede el Brexit provocar un Scotexit?

Escocia es mucho más europeísta que el resto del Reino Unido y la primera ministra escocesa, Nicola Sturgon, ya ha avisado que si Escocia vota a favor de mantener la relación con Bruselas e Inglaterra lo hace para marcharse, podría proponer un segundo referéndum.

Los votos de los escoceses en el referéndum de este jueves sólo suponen una pequeña parte de voto total. La población escocesa sólo representa el 8% de la población del Reino Unido y es menos de la mitad de los habitantes de la ciudad de Londres. Por lo tanto, lo que decida Edimburgo difícilmente cambiará el sentido del Brexit al conjunto del país.

Lo que sí que podría, sin embargo, es ser un argumento para los nacionalistas escoceses para volver a poner sobre la mesa el referéndum que perdió en septiembre del año 2014. Que los ingleses, sobre todo los conservadores con quién tienen una especial enemistad desde los tiempos de Thatcher, cambien el futuro de los scots y los deje fuera de Europa, puede hacer revivir el sentimiento independentista en el norte de Gran Bretaña.

Morillas, sin embargo, avisa de que las consecuencias podrían no ser tan inmediatas. Sturgeon ya ha dicho que no promoverá la convocatoria de un segundo referéndum si no tiene asegurados como mínimo un 60% de los votos favorables y, a estas alturas y según las encuestas, sería difícil de conseguir.

7. ¿Y a Irlanda del Norte, Gales o Londres?

Tal como publicaba El Nacional la semana pasada, Irlanda del Norte sería la región más perjudicada por el Brexit, incluso más que Escocia. Las razones son diversas y van desde la frontera física y económica que habría entre Irlanda e Irlanda del norte, a la pérdida de ayudas en materia de agricultura que el territorio recibe de Bruselas. De hecho, Irlanda del Norte es un beneficiario limpio de la Política Agrícola Común (PAC) y recibe casi 350 millones de libras el año del fondo europeo. Según las últimas encuestas más de un 57% de los electores opta por el Remain.

En Gales tampoco parecen demasiado partidarios del Brexit, aunque en menor medida. Ni tampoco en la propia ciudad de Londres. A principios de esta semana la prestigiosa BBC se preguntaba si el Brexit podría provocar la demanda de Londres de marcharse –en este caso– del Reino Unido. Ya el año 2014, cuando hubo el referéndum en Escocia, una encuesta mostró que el 20% de los londinenses daba apoyo a una ruptura entre la capital y el resto del Reino Unido. Ahora, algunos analistas creen que si hay Brexit el apoyo podría aumentar.

8. Consecuencias también para Europa

El analista del CIDOB califica el Brexit para Europa como un "golpe para un modelo a horas bajas". Esta ruptura sería vista en ojos del mundo como un "proyecto debilitado", pero, además, podría ser un nuevo motivo de división interna. La crisis del euro y más tarde la de los refugiados ya han provocado múltiples divisiones en el seno de la Unión. Unas divisiones que se volverían a abrir entre los que quieren dar un trato diferenciado en Londres a pesar de no ser miembro, y los que son contrarios a dar un buen trato en el Reino Unido. Según Morillas, España estaría probablemente en el primer frente, mientras que Francia seguramente optaría por una política de "mano dura" con Londres.

9. Preocupación entre los europeos que viven en Londres

Estos últimos días de campaña son muchas las voces que se preguntan qué pasaría con los europeos que viven actualmente en Londres. ¿Tendrían que hacer las maletas y marcharse? Pol Morillas asegura que no. "El Brèxit no tendría un carácter retroactivo", por lo tanto, los que ya están en las islas no tendrían que abandonar el país. Eso sí, Morillas asegura que podría incrementar la diferenciación entre los británicos y los europeos, y que eso pasaría tanto en caso de Brexit como en el caso de Remain. La situación de los europeos en el país podría degradarse, asegura Morillas. Además, Londres ya tiene más control que el resto de países europeos porque no forma parte de Schengen, y eso, seguirá siendo así.

10. El efecto contagio del Brexit

Una salida del Reino Unido de la Unión podría provocar un efecto contagio en el resto de Europa. En Francia, por ejemplo, un 57% de los habitantes querría un referéndum sobre la permanencia en la UE y, de hecho, Marine Le Pen ya ha prometido que lo hará si llega a gobernar. Sin embargo, según Morillas, es improbable. En Holanda, en cambio, sí que sería más probable ya que los ciudadanos pueden conseguir que se celebre un referéndum sólo con 300.000 firmas presentadas.

Aunque un referéndum contagio sería más difícil según Morillas, a lo que sí que podría contribuir el Brèxit de forma inmediata es a dar alas a los partidos más euroescépticos y antieuropeos de los diferentes países de la UE.