La actriz porno Stormy Daniels ha declarado en el juicio penal contra el expresidente y candidato a la presidencia republicano, Donald Trump. Daniels no se ha contenido y ha afirmado que odia al político republicano y quiere que acabe en la prisión si es declarado culpable. Sin embargo, estas no fueron las declaraciones por las que la defensa del magnate ha pedido que se anule el juicio, sino por lo explícita que ha sido Daniels con su testimonio. Concretamente, con el encuentro sexual que tuvo con el republicano.

El candidato republicano a las elecciones presidenciales de este año afronta 34 cargos, entre los cuales está el de falsificación de documentos comerciales para ayudar a encubrir su aventura extramatrimonial con Daniels, y en caso de ser encontrado culpable podría enfrentarse a varios años de prisión.

El testimonio de Daniels

Stormy Daniels ha sido interrogada durante más de dos horas, en las que describió un encuentro sexual con Trump en 2006, cuando ella tenía 27 años y el magnate 59. En las declaraciones ha detallado como después de una conversación de horas en un lujoso hotel de Nevada, tuvieron sexo sin utilizar preservativos, pero ha asegurado no recordar cómo llegaron hasta la cama, a pesar de no haber tomado ni alcohol ni drogas.

Después de estas declaraciones, la defensa de Trump ha intentado forzar la nulidad del juicio por el carácter explícito de las declaraciones, en las que ella describía el supuesto encuentro extramatrimonial de Trump. El juez Juan M. Merchan ha coincidido con el equipo legal de Trump en que los fiscales no deberían haber formulado algunas de las preguntas que hicieron a Daniels, pero no ha considerado que eso mereciera invalidar el juicio.

El precio del silencio de Daniels

Durante el juicio, el exabogado de Daniels, Keith Davidson, dijo que negoció un pago de 130.000 dólares en 2016 para comprar el silencio de quien fuera su representada. El intermediario en esta negociación fue Michael Cohen, antiguo abogado y mano derecha de Trump, que ahora se espera que sea uno de los testigos estrella de la Fiscalía.

Daniels ha afirmado que el dinero no era la razón por la que ha aceptado el trato y que quería que se alcanzara un acuerdo rápidamente porque estaba preocupada por una amenaza que recibió. En su turno, la defensa intentó pintar, repetidas veces, a la actriz como una mentirosa impulsada por la codicia, usando extractos de un libro autobiográfico en el que Daniels relata su historia con una versión distinta de los hechos.