Las tropas rusas están maquinando algo. El objetivo es acosar a las tropas ucranianas en la región del Donbás, mientras que Moscú sigue enviando más tropas adicionales para una ofensiva esperada en las próximas semanas, quizás apuntando a la región de Lugansk. Semanas de intensos combates han continuado en la ciudad de Bakhmut y las localidades de Soledar y Vuhledar, según ha expuesto la oficina presidencial de Ucrania.

"Las batallas por la región se están intensificando", ha dicho Pavlo Kyrylenko, gobernador de Donetsk, en declaraciones en la televisión. "Los rusos están poniendo en marcha nuevas unidades a la batalla y erradicando pueblos y municipios". Las tropas rusas están ubicadas en la región de Donetsk, que junto con la vecina Lugansk forman la región del Donbás.

Precisamente en Lugansk, el gobernador de la región Serhiy Haidai, ha dicho que los bombardeos habían disminuido porque "los rusos han estado ahorrando municiones para una ofensiva a gran escala". Hablando con el medio de noticias Vot Tak, ha dicho que "cada vez más" reservistas rusos se dirigían hacia Lugansk, después de que los informes de Moscú aseguraban que estaban acumulando tanques y personal en la región de Lugansk en los últimos meses. "Probablemente, necesitan unos 10 días con el fin de reunir las reservas", ha expuesto el mismo Haidai. Por lo tanto, todo podría comportar que estuvieran preparando una ofensiva durante la segunda quincena de febrero.

Las advertencias llegaron cuando el secretario general de la ONU, António Guterres, ha dicho que "las perspectivas de paz siguen disminuyendo. Las posibilidades de una gran escala y sigue aumentando el derrame de sangre". "Me temo que el mundo no está caminando sonámbulo hacia una guerra más amplía. Me temo que lo está haciendo con los ojos bien abiertos".

Personal médico para tratar a los soldados rusos heridos y los planes de Putin

Ucrania también ha informado de manera reciente de la llegada de refuerzos médicos de Rusia para intentar tratar al personal militar herido en la región de Lugansk ocupado, hecho que da todavía más validez a las evaluaciones, incluso del Instituto de la Guerra, que las tropas rusas se están preparando para una ofensiva renovada a Lugansk.

En este sentido, la incertidumbre es máxima. Lo que está claro es que tanto Moscú como Kyiv tienen muy presente la conmemoración de un año de guerra. Un momento que se producirá el próximo 24 de febrero. Y esta precisamente podría ser una fecha señalada en el calendario para poner en marcha una nueva gran ofensiva para que Rusia pudiera celebrar alguna victoria. El todavía ministro de defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov ha hecho referencia a la información que le habrían pasado desde los servicios de inteligencia ucranianos que, como adelantó ya el Kyiv Post, habría una reorganización de las tropas rusas.

Así, también se habría puesto sobre la mesa que los próximos meses serán decisivos para el transcurso de la guerra. Así, pues, el ejército ucraniano trabaja con la hipótesis que la gran ofensiva rusa se concentrará en las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, ante la imposibilidad por parte de Rusia de perpetrar nuevos ataques a la frontera de guerra con Ucrania.

Y bien es cierto que esta hipótesis está cogiendo cada vez más impulso, el mismo instituto que estudia la guerra contempla otras ideas. Y es que según la entidad, aunque en el Kremlin están muy confiados a poder ocupar todo el Donbás en pocas semanas, lo preocupa que la filtración de la futura gran ofensiva no haya provocado el pánico entre las fuerzas ucranianas, que lejos de ponerse a la defensiva continúan con los planes de contraofensivas limitadas.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, en el acto de conmemoración de los 80 años de la batalla de Stalingrado / Efe