El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha inaugurado este viernes en el Ártico ruso la planta gigante de gas natural licuado Yamal LNG. Esta planta suministrará a partir del próximo año 3.200 millones de metros cúbicos de combustible España.

"Este no es sólo un acontecimiento muy importante por el sector energético y para la industria de licuefacción de gas, sino que se trata de un proyecto muy ambicioso, me refiero al reto de conquistar el Ártico" ha dicho un Putin orgulloso. El proyecto ha contado con algunas dificultades, dejando de lado el trabajo de miles de trabajadores, ingenieros, inversores y gestores de una quincena de países, el tema de la financiación ha sido primordial después de las sanciones occidentales contra Rusia.

Al acontecimiento ha ido la jefe de la delegación española en Moscú, Ignacio Ybáñez, que se ha mostrado impresionado por "la capacidad de construir una cosa tan grande en un lugar con este clima" y ha reconocido "el mérito de haberlo conseguido". Ybáñez, que ha acudido con dos altos directivos de Gas Natural Fenosa, ha explicado que "España no es parte del proyecto" pero que "serán futuros clientes de esta central", ya que "era importante diversificar" las fuentes de combustibles españoles.

Cuando empiece el suministro, el contrato se convertirá en uno de los más importantes de la cartera de la multinacional española, ya que recibirá, durante los próximos 25 años, cerca de 3.200 millones de metros cúbicos de gas natural licuado ruso al año, lo cual representará aproximadamente el 10% del consumo anual de España.

Este viernes se ha puesto en funcionamiento la primera fase de la planta de licuefacción, con una capacidad de producción de 5,5 millones de toneladas de gas al año. En esta línea, antes de que acabe el próximo año, pondrán en funcionamiento la segunda y tercera fase del proyecto, después de que la planta sume una capacidad de producción anual de 16,5 millones de toneladas de gas natural licuado.