Heroicidad. Minuto de silencio. El presidente ruso, Vladímir Putin, lo ha vuelto a hacer. Solo ocho años después de anexionarse Crimea en un referéndum dudoso y no reconocido por la comunidad internacional, ahora ha firmado el decreto de anexión de las regiones de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk. Rusia escucha, ha dicho en un discurso este viernes por la tarde en Moscú. Su voluntad es formar parte de Rusia. Así lo ha puesto de manifiesto validando los resultados de los diferentes referéndums que se han llevado a cabo en estos cuatro territorios ocupados por Rusia. "Podrán formar parte de nuestro territorio y estarán bajo nuestra protección", ha determinado. "Pedimos al régimen de Kyiv que paren el fuego y que volvamos a las conversaciones de paz para poder proseguir en un proceso de paz pacífico". "Los comandantes de Kyiv tienen que respetar las decisiones tomadas", ha insistido. "Volveremos a construir las instituciones, colegios y hospitales, toda la infraestructura que ha sido estropeada. Podremos impulsar la cultura, la enseñanza, los museos, a todas partes dónde ha sido destruido", ha detallado.

Un discurso solemne

Putin ha recordado en un discurso solemne y contundente lo que para él fue una "desintegración de la URSS" que ha comportado una "pelea entre pueblos". Según él, los jóvenes que no vivieron durante la época de la Unión Soviética "quieren luchar para el futuro". Aunque parezca que la intención del líder ruso es recuperar la URSS, ya ha detallado que no es su deseo "porque esta no volverá". Él, lo que quiere, es "luchar contra un genocidio" que supuestamente están sufriendo los ciudadanos rusos del Donbás. "Quiero que lo escuchen en Kyiv y en occidente, quiero que los ciudadanos de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk se conviertan en nuestros ciudadanos para siempre". Evidentemente, unas ovaciones han acompañado estas palabras.

Ha sido en este contexto que el mandatario ruso se ha querido dirigir al gobierno de Ucrania y ha pedido un "alto el fuego" en estas zonas que ya han sido declaradas como rusas. Así, ha resaltado que estas regiones no serán devueltas en Ucrania porque así lo prevé la ley. Bajo ninguna negociación, el mandatario ruso tiene intención de devolver estas regiones en Ucrania.

Un ataque a Occidente

Durante el discurso ha atacado directamente en los Estados Unidos y también a Occidente. "Nunca serán árbitros de nada". Al mismo tiempo, también los ha tildado de "salvajes". "Occidente era así y sigue siendo así, y parte de este racismo es la rusofobia que observamos". Así, ha destacado que "la avaricia, el deseo de mantener el poder, es la razón de esta guerra híbrida que Occidente tiene con Rusia. No quieren vernos como socios o aliados, sino como una colonia. Quieren atacar nuestros valores".

En este sentido, ha acusado a Europa de "servir los intereses de los otros" en referencia, claro está, a los Estados Unidos. "Eso es una conducta de traidores". Al final de su discurso, Putin se ha centrado en criticar los EE.UU. acusándolos de "beneficiarse siempre del dinero de la guerra". "Ahora sigue queriendo robar bienes ajenos y eso puede comportar un colapso del sistema global".

El líder ruso ha recordado que el Kremlin tiene muchos aliados y que "sentimos mucho apoyo". "Hoy estamos luchando por un camino justo y libre. Estamos luchando por el camino de Rusia para que los dictadores queden al pasado y que la política no puede estar basada en la humillación de otros pueblos. Tenemos que pasar esta página vergonzosa".

Los pasos de Putin para anexionarse territorios ucranianos

Putin ha reconocido así independencia de las regiones Jersón y Zaporiyia, como ya hizo con Lugansk y Donetsk tres días antes del inicio de la guerra. El presidente ruso ya firmó el decreto de reconocimiento de estos territorios este jueves por la noche, basándose como ha dicho durante el discurso en los referéndums celebrados durante la semana pasada. Ucrania y la comunidad internacional los han tildado de "farsa".

 

Imagen principal: el presidente de Rusia, Vladímir Putin / Efe