El presidente ruso Vladímir Putin anuncia que enviará voluntarios en el Donbass que quieran "ayudar a los habitantes de esta región". Así pues, ha alabado a estos supuestos paramilitares que vendrían procedentes del Oriente Medio y de aquellos afines al presidente de Siria, Bashar al-Ásad. "Si ves que hay gente que quiere, de manera voluntaria, sobre todo no por dinero, venir a ayudar a las personas que viven en el Donbass, hay que ayudarlas a trasladarse a la zona de guerra", avisa Putin en la población prorusa de esta zona a través de una reunión con miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa.

16.000 voluntarios, la mayoría procedentes de Siria

Al mismo tiempo, el presidente señaló que los "patrocinadores occidentales de Ucrania no esconden el hecho de que se están recogiendo mercenarios de todo el mundo para ser enviados a este país". Y se pregunta por qué no hacer lo mismo desde su lado: "Con respecto a la reunión de mercenarios de todo el mundo y el envío en Ucrania, vemos que ni lo disimulan, desde la Europa occidental lo hacen abiertamente, sin tener en cuenta todas las normas del derecho internacional", dijo. En paralelo, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha añadido que la cifra inicial es de 16.0000 pero puede ir en aumento. "Todos ellos han expresado su disposición a participar en las hostilidades con nosotros". Y pone el acento en el alud de ayuda: "Recibimos un gran número de solicitudes de varios tipos de voluntarios de diferentes países que quieren venir a las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk para participar en lo que consideran el movimiento de liberación.

La mayoría son de los países de Oriente Medio. Obviamente consideramos correcto responder positivamente a las peticiones, sobre todo porque estas peticiones no son por dinero, sino por el verdadero deseo de esta gente", ha declarado el ministro en la línea de Putin. Además, el Kremlin también alaba la tarea previa de estos y consideran que vienen preparados y con una amplia experiencia. Así pues, la mayoría de ellos "han ayudado en los últimos 10 años en la lucha contra el Estado Islámico, una organización terrorista prohibida en la Federación Rusa".

Denuncian interferencia bélica de la iglesia ortodoxa rusa

En paralelo, los medios regionales de esta zona en el sureste de Ucrania, han vuelto a denunciar la influencia de la iglesia ortodoxa rusa en el campo de batalla y cómo estos, también organizados en movimientos paramilitares, se han filtrado y han entrado en la sociedad civil en los últimos ocho años. Según Informnapalm, ya en el 2016 hay indicios claros de esta influencia del Kremlin. Así, durante el seguimiento de los perfiles de las redes sociales de militantes rusos y criminales de guerra, los voluntarios descubrieron un certificado de un ciudadano ruso Eduard Anatolyevich Vazhentsev, emitido por la administración diocesana de Iekaterinburg de la Catedral de la Santíssima Trinitat de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú.

Y aseguran que "después de un estudio detallado de los datos obtenidos del perfil de Vazhentsev, se hace obvio que, al menos en el 2014, Eduard Vazhentsev estaba en las filas de las fuerzas de ocupación rusas en Donbass, participando activamente en la toma de territorios y ciudades ucranianas". Este portal concluye que "no hay duda que Eduard Vazhentsev tiene la sangre de ciudadanos ucranianos en las manos". También explican que un periodista británico publicó una foto de un sacerdote con una ametralladora en Donetsk.