El preacuerdo sobre el Brexit que este miércoles ha recibido el visto bueno del gobierno británico de Theresa May empieza a poner luz sobre las principales incertidumbres de los británicos. El acuerdo prevé una salida gradual que acabará a finales de 2020, durante la cual el Reino Unido seguirá dentro de la unión aduanera y comercial de la UE. El documento publicado esta noche, y que consta de casi 600 páginas, sin embargo, todavía deja muchas incógnitas sobre què pasará una vez acabe el periodo de transición y el Reino Unido salga totalmente de la UE.

El acuerdo, además, todavía se encontrará con otros obstáculos. Ahora tiene que ser ratificado tanto por los socios comunitarios restantes como por el Parlamento británico, donde la primera ministra no tiene asegurada una mayoría que le dé apoyo. De hecho, varias voces del partido conservador ya han criticado el acuerdo porque lo ven una claudicación, incluso uno tercio de su gobierno lo ve así, y tampoco satisface los nacionalistas escoceses, que quieren un trato parecido al de Irlanda del Norte.

¿Cuáles son los principales punto del acuerdo?

  • Protección de los ciudadanos. El acuerdo garantiza los derechos de los más de tres millones de ciudadanos de la UE que viven al Reino Unido y del alrededor de un millón de nacionales del Reino Unido residentes en la UE durante el periodo de transición, que acabará a finales del 2020.
  • Fin de la libre circulación. Se acaba la libre circulación de personas y se introduce un nuevo sistema de inmigración. El nuevo sistema estará basado en las competencias, por lo que las empresas podrán seguir prestando servicios y moviendo a sus trabajadores con talento. Sin embargo, no harán falta visados para los turistas ni para las estancias cortas de negocios.
  • Área de libre comercio. Se establece un área de libre comercio y de cooperación, sin aranceles ni cuotas. Eso sí, el Reino Unido tendrá que seguir la normativa sobre la fabricación y producción de la UE para garantizar este acuerdo aduanero.
  • Resolución de conflictos. El texto hecho público contempla un mecanismo para resolver cualquier disputa entre el Reino Unido y la UE. En primer lugar, las controversias serán consultadas en una comisión mixta y, si no se encuentra una solución mutuamente acordada, se resolverá mediante un panel de arbitraje independiente.
  • Gibraltar. Se establece un protocolo especial para el peñón en áreas como la fiscalidad, el tabaco y la pesca. Según ha explicado el negociador de la UE, Michel Barnier, el acuerdo prevé una cooperación administrativa entre Londres y Madrid en aspectos como "los derechos de los ciudadanos, la fiscalidad, el tabaco, el medio ambiente, la pesca, pero también la cooperación policial y aduanera".
  • Irlanda del Norte. Este era uno de los puntos más calientes de la negociación. Finalmente, según el texto, se evita una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte y se mantendrá abierta la frontera en cualquier circunstancia. Londres, sin embargo, espera llegar pronto a un nuevo tratado comercial con la UE que permita una aduana sin fricciones entre los dos territorios. Eso sí, mientras se negocia este futuro pacto, que puede tardar años a llegar, se ha establecido un mecanismo de seguridad por el cual el Reino Unido al completo se mantendrá alineado con las normas comunitarias, una solución que preserva la unidad territorial británica.
  • Pesca y Agricultura. El Reino Unido actuará como un Estado independiente, pero podrá suscribirse a acuerdos pesqueros con la UE. Con respecto a la agricultura, sí que queda fuera de la Política Agrícola Comuna. Finalmente, a nivel energético, se establecen mecanismos para garantizar el comercio eficaz de electricidad y gas entre la Unión Europea y el Reino Unido.