La policía americana ya ha matado a cinco afroamericanos en medio de la calle y sin aclarar los hechos en lo que llevamos de año. El último Dijon Kizzee, un chico de Los Ángeles que recibió veinte tiros por la espalda debido a una supuesta infracción de tráfico mientras conducía su bicicleta por las calles de Westmont, al sur de esta ciudad californiana. Dos sheriffs de la LA County dispararon a plena luz del día y las defensas denuncian que esta delegación policial no tiene ni la obligación de llevar cámaras de seguridad incorporadas. Por eso, hacen un llamamiento para encontrar cualquier prueba que pueda demostrar la brutalidad de los hechos.

dijon kizzee

Dijon Kizzee / Foto: @AttorneyCrump

Por su parte, las fuerzas de seguridad argumentan que Kizzee fue detenido por una supuesta "violación de los códigos de circulación en bicicleta" pero que habría intentado fugarse y se le cayó una bolsa de ropa que llevaba. En ella, descubrieron una pistola que Kizzee no llegó ni a recoger del suelo pero aseguran que intentó dar una patada a la cara de uno de los dos policías. Es entonces cuando se produjo el tiroteo y lo remataron con veinte tiros seguidos. El ciclista cayó extendido al suelo y no recogieron el cadáver hasta el jefe de unas horas.

f2b114f7592086461fc39b27b7d792be816d4e4fLas tías de la víctima encabezan las protestas contra la policía americana / Foto: EFE

Las protestas en la calle no se han hecho esperar. Hasta un centenar de personas se presentaron en las puertas de la comisaría del sheriff y se han extendido a toda la ciudad. Brandon Dean, la jefe de la policía, ha asegurado que los hechos se están investigando aunque, de momento, no han sido capaces ni de especificar qué normas de circulación estaba infringiendo Kizzee.

Mientras Donald Trump pregona en Kenosha -escenario del penúltimo asesinato policial a otro ciudadano afroamericano Jacob Blake-, que las fuerzas de seguridad tienen que responder con más contundencia las protestas contra el racismo, los lamentables sucesos se reproducen. El presidente de los Estados Unidos ha definido de "terrorismo doméstico" los movimientos sociales como el Black Lives Matter y asegura que es la izquierda radical del país quien desvirtúa la supuesta realidad.