Plácido Domingo vuelve a situarse en el centro de la polémica. Los audios de unas llamadas telefónicas, en el marco de una investigación por parte de la policía de Argentina, vinculan al tenor con una red de explotación sexual controlada por la Escuela de Yoga de Buenos Aires, una secta con sede en el barrio de Vila Encrespo y conocida popularmente, como "la secta del horror". La secta, con más de 30 años de historia, fue desarticulada la semana pasada, cuando las autoridades argentinas registraron hasta 50 domicilios y se detuvieron 19 personas presuntamente relacionadas con la organización, según adelanta el diario El País. En las escuchas telefónicas ordenadas por el juez encargado del caso, Ariel Escato, y publicadas por varios medios argentinos, se puede escuchar un cliente, y según indican las perquisiciones, se trataría del cantante de ópera Plácido Domingo. Lo que se puede escuchar es como supuestamente Domingo negocia un servicio sexual con una mujer que forma parte de la secta.

Una conversación en tres partes

La investigación incluye tres conversaciones diferentes, aunque no se sabe exactamente en qué momento se produjeron. En la primera conversación se escucha un hombre que se pone en contacto con una mujer llamada Susana Mendelievich, conocida como Mendy, de 75 años, a la cual le explica cómo tiene que concretarse el encuentro. Más tarde, se puede sentir como|cómo la tal Mendy se pone en contacto con el líder de la secta, Juan Percowicz, y celebra que el cliente, presuntamente el tenor. Además, la conversación sigue y se puede escuchar como asegura: "Plácido dijo que podía venir a visitarnos, es decir, que vendrá a visitarme. Porque él va a casa en Nueva York y lo recordó ayer". A causa de la magnitud del encuentro, Percowicz autoriza el uso del Museo, manera de la cual llamabas a un edificio situado en el centro de Buenos Aires adaptado por estos encuentros sexuales.

En el segundo audio, la ve identificada por la misma investigación como la de Plácido Domingo, da una serie de instrucciones para el encuentro: "Cuando salimos de la cena venimos separados, lo hacemos así porque mis agentes subirán a la habitación cuando yo suba y se quedarán en el mismo piso". El tercer audio se da inmediatamente. Una vez cerrado el trato, Mendy llama al líder de la secta, asegura "ya me ha llamado y ha preparado la 'matufia' para que me quede en el hotel sin que los agentes se den cuenta", la respuesta de Percowicz es todavía más sorprendente: "Qué degenerada que sus". La conversación continúa y Mendy asegura "me parece que un poquito has colaborado con este producto. Está hecho mierda, Juan, me da pena, yo no le deseo ningún daño|dolor|mal, pero es tan maravilloso vernos a nosotros brillando y volando por los cielos y él hecho mierda, nos contó todo lo que le hicieron. ¿Estás emocionado? Te amo tanto"

La secta del horror

El pasado 12 de agosto, la policía de Argentina pudo acabar con esta organización. La Escuela de Yoga de Buenos Aires desnudaba a sus "alumnos" de sus bienes y los reducía a la servidumbre. El "sobre ceremonial" era una de las principales fuentes de financiación de la organización, un "donativo" de entre 200 y 10.000 dólares que los fieles aportaban en función de sus ingresos. Así pues, también recaudaba dinero a través de la Clínica CMI Abastecimiento encargado de suministrar psicofármacos y que prometía cuidar las drogadicciones.

Las mujeres captadas por esta secta, según la investigación, aceptaban ofrecer servicios sexuales a artistas, políticos y empresarios importantes del país. A cambio, les prometían ascender en una escala interna elaborada por el mismo líder de la secta. En la parte más alta estaba él mismo, Percowicz, de 84 años, que se hacía llamar como "maestro" o "ángel". El líder se situaba en el nivel siete de la organización, seguido de los apóstoles; en el nivel seis, genios; en el nivel cinco y alumnos, nivel cuatro. Para los 'comunes' los relegaban a los niveles inferiores. Según se ha avanzado en la investigación policial, estos integrantes de categoría inferior, tenían varias ideas que daban vida y recursos para la organización.