Un hombre ha muerto después de quemarse al estilo bonzo este viernes ante la sede del tribunal de Nueva York donde se celebrará el juicio contra el expresidente del gobierno de los EE.UU. Donald Trump. En las redes sociales se han difundido imágenes del momento en que una persona, en medio de una plaza, aparece envuelta en llamas hasta que cae tendida al suelo ante la estupefacción de las personas que había en el lugar en el momento de los hechos. Según ha informado la agencia Efe, se desconoce si los hechos tienen ninguna relación con el juicio de Trump. El hombre quedó herido crítico y ha muerto horas más tarde, según publican medios norteamericanos como la NBC, que cita fuentes de la policía.

Este episodio es el segundo con características similares que se produce en EE. UU. este 2024. El pasado 26 de febrero un militar estadounidense se inmoló ante la embajada de Israel en Washington para mostrar su oposición a la guerra en la Franja de Gaza y se quemó al grito de "Palestina libre". Por el momento se desconocen las motivaciones de los hechos de este viernes, pero sí que ha transcendido que antes de quemarse ha lanzado algunos panfletos de colores al aire. Así lo han explicado personas que lo han visto en los medios que han llegado hasta el sitio.

Posible identificación

Los panfletos estaban bajo el título "La verdadera historia del mundo" e incluyen un enlace en una persona identificada como Max Azzarello, de Florida. Relacionan esta persona con una cuenta de Instagram con el sobrenombre "Dipshit secretos" ("Secretos de mierda") donde aparecen imágenes de los mismos panfletos. En la cuenta aparecen fotografías personales donde figura un hombre con el pelo largo y unos mensajes incoherentes. Además, por las redes sociales también ha circulado un manifiesto firmado por Azzarello donde se identificaría como la persona que se ha prendido fuego en "un acto extremo de protesta para llamar la atención por un descubrimiento urgente e importante". Según apuntan varios medios, el hombre se disculpa con amigos, testigos y equipos de emergencia. Además, la publicación también criticaría las criptomonedas y los políticos norteamericanos, en concreto, a Donald Trump. "Somos víctimas de una conspiración totalitaria, y nuestro gobierno, junto con sus aliados, está a punto de atacarnos con un golpe fascista y totalitario", dice el "manifiesto" que ha publicado una bloguera, Talia Jane.

Un hombre entre los grupos de curiosos

El hombre se encontraba esta mañana entre los dos grupos de curiosos que cada mañana acuden a las inmediaciones del tribunal desde que empezó el juicio, para manifestarse a favor o en contra de Trump, pero sus motivaciones no están claras. Un vídeo que circuló profusamente en las redes muestra al hombre arrodillado, con las manos tras la cabeza, mientras su cuerpo es consumido por las llamas.

En las imágenes se pueden ver a algunas personas que observan perplejas el fuego, sin que aparentemente entiendan qué está pasando, hasta que se presentan corriendo varios agentes de policía que apagan las llamas y se encargan de trasladarle a un hospital. La cadena ABC señaló que Trump se encontraba en ese momento dentro del tribunal donde este viernes termina de formarse el jurado que establecerá el veredicto de culpabilidad o inocencia en el caso del pago irregular a la actriz porno Stormy Daniels.

El magistrado del juicio penal contra el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) por pagos ocultos a una actriz porno anunció este jueves que la selección de los 12 miembros del jurado fue completada y, a falta de elegir a los suplentes, fijó la primera vista el próximo 22 de abril.  "Ya tenemos a nuestro jurado", declaró el juez Juan Merchán, encargado de presidir sobre el caso de Trump en un tribunal de Nueva York.

El jurado, de siete hombres y cinco mujeres, se completó en esta tercera jornada, después de que dos miembros tuvieran que ser rechazados, una por temor a ser identificada y otro por incoherencias en sus declaraciones en el proceso de selección. Los jurados elegidos este jueves fueron juramentados ante un Trump impasible y con las manos entrelazadas, que los miró fijamente cuando salían de la sala.