El Partido Socialista (PS) parte como favorito en las elecciones parlamentarias que se celebran este domingo en Portugal, en las cuales el actual primer ministro, António Costa, tiene claras opciones de repetir como jefe de Gobierno, aunque para eso previsiblemente necesitará el apoyo de uno o más aliados.

Más de nueve millones de portugueses están llamados para renovar la Asamblea de la República, un Parlamento unicameral compuesto por 230 escaños y que rige la vida política de un país que desde noviembre de 2015 está gobernado por Costa, que gracias a un acuerdo inédito con el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista consiguió derribar la coalición conservadora.

El PS inició entonces un gobierno que, a pesar de los temores iniciales para depender de apoyos externos, ha conseguido mantenerse relativamente estable en un contexto marcado por el despertar económico de Portugal, que durante este tiempo ha pasado página en el plan de rescate que solicitó durante la época más oscura de la crisis financiera.

15 puntos de diferencia

Los sondeos coinciden en la victoria del PS, con una diferencia de hasta 15 puntos con respecto al Partido Social Democrático (PSD), la principal formación conservadora. La mayoría absoluta parece lejana, pero el triunfo estaría bastante claro como para que Costa pudiera seguir como primer ministro gracias a los votos prestados por otras formaciones.

La horquilla de diputados en que se mueve el PS oscila entre los 97 y los 107, por encima en cualquier caso de los 86 actuales pero por debajo de los 116 que le permitirían gobernar y sacar adelante leyes sin necesidad de requerir ningún otro apoyo, según un sondeo publicado este miércoles por la cadena pública RTP y el diario 'Público'.

Entre las opciones que se contemplan está que Costa intente renovar su acuerdo con los comunistas y con el Bloque de Izquierdas, bien de forma conjunta o por separado, si bien las relaciones entre las diferentes formaciones se han deteriorado recientemente. El dirigente socialista ya ha dejado claro que no aceptará un gobierno de coalición.

Las discrepancias dentro de la izquierda podrían dejar como partido clave a Personas-Animales-Naturaleza (PAN), una formación al alza a la cual los sondeos le conceden alrededor de cuatro escaños. Sus diputados podrían ser suficientes para el PS para superar el umbral mínimo de la mayoría a la Asamblea de la República, aunque el PAN ya ha advertido que pondrá sobre la mesa propuestas en materia de medio ambiente.

Costa no ha escondido los temores al hecho de que pueda haber una "situación de ingobernabilidad" si no hay suficiente consenso, por lo cual ha apelado al voto útil y a conseguir que el PS tenga un mandato "claro" de cara a la próxima legislatura. "Hay que evitar una situación política a la española", advirtió en agosto en una entrevista al diario 'Exprés'.

Malos augurios para los conservadores

En las encuestas, no obstante, no parece figurar ninguna sorpresa por parte del PSD, liderado desde 2018 para|por Rui Rio, un economista que durante más de una década dirigió el Ayuntamiento de Oporto y que ya está en el punto de mira de un sector crítico dentro de la propia formación.

No en vano, el PSD todavía no se ha recuperado de los malos resultados alcanzados a las elecciones europeas de mayo, donde obtuvo su peor dato histórico con el 22 por ciento de los sufragios. Ahora ronda el 30 por ciento, pero las encuestas prevén que pierda diputados en relación a las elecciones de 2015.

También retrocederá, en principio, el socio natural del PSD, el Centro Democrático Social/Partido Popular, por lo cual los conservadores tendrían difícil conformar un bloque alternativo al de Costa si no hay un giro de última hora.

El aval de la economía

El principal aval que presenta el actual Gobierno para seguir al poder es un crecimiento económico por encima de la media europea -para este año se prevé que el PIB aumente un 1,9 por ciento- y un déficit bajo sin precedentes desde hace más de cuatro décadas. La previsión de déficit para este año es de a duras penas dos decenas y el Gobierno ha prometido el superávit para 2020.

Costa, que ha rechazado hoy por hoy subir el sueldo de los funcionarios, ha abogado para mantener la disciplina impositiva --la presión fiscal consiguió máximos en 2018-- para consolidar las consecuciones, por eso previsiblemente seguirá confiando Mario Sègol como ministro de Finanzas. Sègol ejerce también como presidente del Eurogrupo.

Portugal, por otra parte, ha permanecido relativamente inmune al ascenso de formaciones de ultraderechas que sí han prosperado al albor de la crisis en otros países vecinos como España o Italia. ¡Ni el Partido Nacional Renovador (PNR) ni el recientemente fundado Chega! (Lo bastante!) han calado entre la ciudadanía y la intención de voto para los dos no llega al 1 por ciento.