El régimen sirio fue el responsable del ataque químico del pasado mes de abril en la localidad de Jan Shijún (en la provincia de Idlib), según un informe elaborado por expertos de la ONU y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

Así lo han avanzado hoy fuentes diplomáticas, poco después de que el texto fuese entregado a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Un ataque que dejó 80 muertos

El pasado 4 de abril, un ataque con gas sarín provocó la muerte de 80 personas e hizo que los Estados Unidos lanzasen decenas de misiles contra la base del ejército sirio desde la cual, según Washington, se organizó la acción.

El bombardeo fue la primera y por ahora última acción militar directa de los Estados Unidos contra el régimen sirio, que siempre ha negado haber estado detrás del uso de armas químicas, una versión que Rusia, su principal aliado en el Consejo, ha apoyado.

"El uso de armas químicas no será tolerado"

La embajadora estadounidense, Nikki Haley, ha comunicado que el informe de la ONU "confirma lo que desde hace tiempo sabemos que es verdad" y ha continuado "una vez detrás del otro vemos confirmación independiente del uso de armas químicas por el régimen de Al Asad. Y a pesar de estos informes independientes, todavía vemos algunos países que tratan de proteger el régimen".

Haley en más ha pedido al Consejo de Seguridad "un mensaje claro que el uso de armas químicas no será "tolerado" y apoyo para los investigadores internacionales.

Una Siria sin Bashar al Asad

Por su parte el secretario de Estado americano, Rex Tillerson, después de mantener una conversación "fructífera" con el embajador sirio a las Naciones Unidas, ha declarado que "el reinado de la familia Asad está llegando a su fin. El único problema es como se tiene que conseguir eso", porque según Tillerson, Bashar al Asad no tiene cabida en el futuro de Siria.

Rusia protege a sus aliados sirios

A pesar de su fuerte alianza con los Estados Unidos, Rusia también ha creído desde un buen principio en la inocencia del gobierno sirio, hasta el punto de criticar duramente el mecanismo de investigación de la ONU y la OPAQ, conocido por las siglas inglesas de JIM.

Esta semana, Moscú ha vetado al Consejo de Seguridad una resolución para prorrogar el mandato del JIM después de insistir en que antes querían conocer las conclusiones del informe sobre Jan Shijún.