Los datos de 2025 confirman el drástico viraje en que estamos inmersos. La bajada de audiencia en televisión, prensa y webs de noticias no nos viene de nuevo, pero esta vez los cambios empiezan a ser inconfundiblemente palpables. En los Estados Unidos, las redes sociales y los vídeos de creadores e influencers superan por primera vez en la historia a la televisión y a las webs como fuente principal de información, pero la tendencia se identifica en muchos países, especialmente entre los jóvenes, que prefieren claramente formados audiovisuales y plataformas sociales. Según el Digital News Report 2025 del Instituto por el Estudio del Periodismo de Reuters en Oxford, el consumo de noticias en vídeo ha crecido del 52% al 65% globalmente desde 2020 y el rol de los influencers y creadores de contenido digital se ha consolidado como alternativa a los medios tradicionales.

Las figuras individuales que publican vídeos por su cuenta reclaman su lugar en todo el mundo: en los Estados Unidos, un 22% de los encuestados por Reuters declara haber visto el pódcast sobre política de Joe Rogan la semana después de la investidura de Trump y un 14% a Tucker Carlson, expresentador de la cadena Fox News. En Francia, HugoDécrypte llega al 22% de los menores de treinta y cinco años, y en España aumenta significativamente el papel de las redes sociales como Instagram, Youtube o TikTok, pero no hay un personaje único que destaque tanto como en otros países. Paralelamente, sin embargo, la preocupación por la desinformación crece mundialmente y los políticos y las mismas personalidades digitales son percibidos como los agentes más nocivos para la veracidad informativa. En España —como a los Estados Unidos— los políticos son considerados la amenaza mayor por la veracidad informativa (57%), mientras que en países africanos la culpa cae más en los influencers.

Tucker Carlson con Santiago Abascal en Ferraz - 13.11.2023 / Foto: X - Tucker Carslon
Tucker Carlson con Santiago Abascal en Ferraz - 13.11.2023 / Foto: X - Tucker Carslon

El estudio del Instituto Reuters se basa en una encuesta en línea realizada por YouGov a casi 100.000 personas de 48 países durante el enero y el febrero de 2025, con muestras representativas por edad, género y región. En la mayoría de los mercados también se controla el nivel educativo y, en algunos, la orientación política. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en países con baja penetración de internet (India, Kenia, Nigeria, Sudáfrica), la muestra refleja sobre todo jóvenes que hablan inglés, y eso hace que los resultados representen principalmente los hábitos electrónicos.

El desinterés generalizado, uno de los principales vehículos de la transición

Si una cosa acentúa este cambio de paradigma es el desinterés creciente por seguir los medios de comunicación tradicional y la actualidad, especialmente entre los más jóvenes. Según el estudio, el porcentaje de personas que no muestran interés no deja de aumentar: a la pregunta “¿Intentas evitar activamente las noticias actualmente?”, un 40% por término medio responde afirmativamente —España está por debajo de la media con un 37%, junto con el grueso de los países europeos. Esta desconexión no solo afecta a los formatos tradicionales, sino que también se traslada a las mismas redes sociales y a los contenidos de creadores digitales, donde muchos usuarios pasan de largo ante la saturación informativa o la sensación de que la información no aporta nada nuevo o útil.

Lejos de ser superficial, este desinterés se ha convertido en un factor clave que acelera la transformación del sector. Así, el desinterés se convierte en tanto síntoma como motor de la crisis de la información: menos interés genera menos audiencia, menos audiencia implica menos recursos y, finalmente, una oferta informativa todavía menos atractiva. Las causas de la renuncia a la información son múltiples entre los encuestados, destacan: el efecto negativo en el estado de ánimo, el cansancio ante la inalcanzable cantidad de noticias o la alta presencia de información relacionada con guerras y con política. En este contexto, la transición hacia nuevos formados y nuevos actores no es solo una cuestión de tecnología o de plataformas, sino también de reconectar a una ciudadanía cada vez más distanciada, que a menudo opta por ignorar el ruido informativo antes que intentar descifrarlo.

La atención, YouTube, Elon Musk y la derechización global

Twitter, X, TikTok, Instagram, Facebook, YouTube… son muchas y muy diversas las redes sociales que tienen importancia en este panorama de fragmentación informativa, pero podemos destacar tres claves del estudio: la degradación de la atención, el avance del formato de vídeo en redes y la tendencia a la concentración de la derecha en plataformas imperantes. Primeramente, el estudio constata que solo el 51% de los usuarios afirman “prestar mucha atención” a las noticias que consumen en redes sociales, mientras que el 36% admite que solo las ven “de paso” y un 13% directamente las ignora. Esta superficialidad se acentúa en TikTok, donde solo el 36% de los usuarios dicen fijarse en noticias de medios tradicionales; el resto sigue principalmente creadores e influencers. Lógicamente, este fenómeno se ve alimentado por la rapidez de los formatos cortos y el algoritmo, que prioriza el contenido más impactante por encima del más relevante.

El consumo de noticias en vídeo ha crecido del 52% al 65% globalmente desde 2020, y YouTube se ha convertido en un agente central: el 30% de los encuestados lo utiliza semanalmente para informarse, llegando al 55% en la India y superando el 40% en países como Tailandia y Filipinas. El peso de los formatos audiovisuales y la viralidad afecta tanto a los creadores de contenido y a los influencers —que ya publican habitualmente en este formado— como las plataformas de noticias, que ven cómo el cambio hacia el formato vídeo es una herramienta potente para mantener audiencia. TikTok, por su parte, también experimenta un crecimiento meteórico, especialmente entre menores de veinticuatro años, y ya es la red informativa principal en Tailandia y en Nigeria para el 49% de la población, y en Malasia para el 40%.

En último lugar, la derechización de la población es patente y también encuentra su expresión en las redes. Desde que Elon Musk adquirió Twitter (ahora X), la plataforma ha sufrido una fuga de usuarios progresistas y un crecimiento relativo de la audiencia derechista: en los EE. UU. y Europa, la proporción de usuarios con ideología de derechas en X es ahora entre 1,5 y 2 veces superior a la media de la población en línea. 

Gráfico sobre las tendencias de los usuarios de derechas e izquierdos a X / Fuente: Digital Reporte 2025
Gráfico sobre las tendencias de los usuarios de derechas (en azul) e izquierdas (en naranja) en X / Fuente: Digital News Report 2025

La situación española: información politizada

El estudio también dedica un apartado al análisis específico por países y, según este, la situación de los medios y la libertad de prensa en España en el 2025 se caracteriza por una fuerte politización y dependencia creciente de subvenciones públicas. El gobierno y la oposición españoles son acusados constantemente de intentar influir en la narrativa mediática y presionar periodistas, mientras que el gobierno distingue entre medios “establecidos” y “pseudomedios”, una clasificación que los críticos consideran que sirve para desacreditar voces disidentes. El gobierno ha destinado 124,5 millones de euros a subvenciones para impulsar la digitalización y el periodismo de calidad, pero esta dependencia financiera genera dudas sobre la independencia editorial.

La inteligencia artificial entra en el cuadrilátero

Es la primera edición del informe de Reuters que aborda específicamente el uso de chatbots y herramientas de IA como fuente de noticias, y los resultados no se pueden ignorar. Aunque el uso de estas tecnologías como fuente principal de noticias es minoritario (7% globalmente, pero hasta el 15% entre menores de veinticinco años), su presencia crece rápidamente, especialmente entre las generaciones más jóvenes y en mercados con fuerte penetración digital. El estudio también revela un escepticismo generalizado sobre este nuevo luchador en el campo de batalla de la información: la mayoría de encuestados cree que la IA hará las noticias más baratas y rápidas, pero también menos transparentes y fiables.

Muros de pago, periodismo de calidad y pronósticos

En medio de la vertiginosa transformación del consumo informativo, el Digital News Report de 2025 concluye que puede haber luz al final del túnel. A pesar de la fragmentación y la irrupción de nuevos formados, el interés por la información local persiste como una raíz profunda del roble periodístico: muchos ciudadanos siguen buscando noticias de proximidad para entender su entorno más inmediato, especialmente en temas de política, servicios y sucesos. Paralelamente, el vídeo y el pódcast se abren camino con fuerza, seduciendo especialmente las generaciones más jóvenes y siendo así una oportunidad para los medios tradicionales, que ya empiezan en transicionar hacia este formato. A todo esto se suma la incorporación de los muros de pago, que, aun con su expansión, todavía no consiguen convertirse en la norma: solamente el 18% de la población de los países ricos declara pagar noticias digitales, y la mayoría de suscripciones se concentran en unos pocos medios.

El estudio concluye que el periodismo vive un momento de incertidumbre y oportunidad: la clave será saber combinar la innovación en formatos con la capacidad de conectar, de nuevo, con una audiencia que quiere sentirse parte de una comunidad y encontrar sentido en medio del tumultuoso escándalo digital. El futuro, pues, se dibuja entre la memoria de un oficio ancestral y la creatividad para inventarlo de nuevo.