El nuevo gobierno escocés de Humza Yousaf ha creado un ministerio de la Independencia, que se encargará de promover el camino hacia la secesión de Escocia. El ministro principal ha designado para este cargo a Jamie Hepburn, de 43 años, militante histórico del SNP que proviene de la Federación de Estudiantes Nacionalistas. En declaraciones a The National, Hepburn se ha declarado "entusiasmado" por el nuevo cargo, y ha añadido que la independencia no tardará mucho tiempo y que ahora es la hora de los "activistas". Ha precisado que la maquinaria del gobierno aportará fondos al proceso independentista y que "nunca ha habido un país tan preparado para la autodeterminación como Escocia". "Si alguien piensa que la independencia no está en la agenda del SNP, eso es una demostración muy clara que no es así", ha proclamado.

Hepburn ya había tenido otros cargos en el gobierno escocés: primero como ministro de Deportes del 2014 al 2016, después como ministro de Empleo del 2016 al 2018, y finalmente ministro de Empresas desde el 2018 al 2021. En un hilo de tuiter ha expresado su agradecimiento a Yousaf por el encargo que le ha hecho. "Me afilié al SNP cuando era adolescente y he hecho campaña por la independencia como vía para crear una Escocia mejor durante más de 25 años. Es un gran honor que el primer ministro haya pedido que sea ministro de la Independencia. Es una responsabilidad que me tomo muy seriamente después de que las últimas elecciones dieron un mandato que devolvió una mayoría al Parlamento escocés a favor de la independencia. Espero trabajar con los compañeros dentro y fuera del Parlamento a partir de ahora", ha manifestado.

El nombramiento de Hepburn ha irritado a los partidos unionistas: los laboristas y los conservadores. Han acusado del gobierno de intentar hacer una campaña independentista financiada por los contribuyentes. No se sabe ahora cómo reaccionarán las instituciones británicas. Se da por hecho que Londres no prohibirá frontalmente el ministerio, pero sí podría dictar restricciones presupuestarias en Escocia. El año pasado el gobierno de Nicola Sturgeon reservó 20 millones de libras para organizar el segundo referéndum sobre la independencia, que pensaba celebrar en el 2023, pero el Tribunal Supremo decidió en noviembre que el Parlamento escocés no podía legislar para convocar otra consulta sin el acuerdo del gobierno del Reino Unido, y el dinero se tuvo que destinar a hacer frente a la pobreza energética.

El nuevo ministerio financiará el proceso independentista, y el gobierno escocés considera que lo puede hacer porque se presentó a las elecciones con este programa.