Una imagen falsa del Papa Francisco está causando una revolución a las redes sociales. En la imagen, el Pontífice aparece vestido con un abrigo moderno y una cadena con un crucifijo por fuera, lo cual ha generado sorpresa entre los usuarios de las redes sociales. ​Aunque desde hace tiempo el pontífice va en silla de ruedas en sus apariciones públicas, numerosos usuarios han defendido la veracidad de la instantánea, por su apariencia real. El controvertido abrigo, según unos usuarios de Twitter, sería un diseño del estilista italiano Filippo Sorcinelli, que es el sastre oficial del Sumo Pontífice. La imagen, pero es falsa y ha sido generada por una inteligencia artificial.

No obstante, según han confirmado varios medios de comunicación, la imagen es falsa y ha sido generada por una inteligencia artificial. Este tipo de imágenes, conocidas como deepfakes, son cada vez más usuales en las redes sociales y plantean un gran desafío para los profesionales de la comunicación y para la sociedad en general, ya que cuestan de distinguir.

El aumento de la difusión de información errónea en línea es una tendencia preocupante. En este sentido, la fotografía viral del Papa Francisco con un abrigo de plumas blanco es un ejemplo más de la creciente cantidad de contenido digital creado para engañar a los usuarios. También ha habido otros casos similares. Por ejemplo, circularon varias fotos falsas que pretendían mostrar el supuesto arresto del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Aunque algunos usuarios afirmaron que las imágenes eran auténticas, las fotografías habían sido generadas con una IA.

Otro caso similar fue el de un vídeo que se hizo viral y que supuestamente mostraba una entrevista con el cofundador de Microsoft, Bill Gates. En el vídeo, Gates cortaba abruptamente la entrevista cuando se le preguntaba sobre el supuesto mal causado por las vacunas de la covid, y es que algunas teorías conspiranoiques afirman el virus fue creado por las élites mundiales. La proliferación de imágenes falsas como la del Papa Francisco, Donald Trump o las de bill Gates son un foco de preocupación, ya que su realismo puede hacer que se confundan con imágenes reales y las consecuencias pueden ser devastadoras.