El primer ministro israelí, Benjamí Netanyahu, decidió hoy destituir al ministro de Defensa de su Gobierno, Yoav Gallant, después de pedir públicamente detener la polémica reforma judicial impulsada por el gobierno. "El primer ministro, Benjamí Netanyahu, ha decidido el domingo 26 de marzo, destituir de su cargo al ministro de Defensa, Yoav Gallant", ha anunciado un portavoz del mandatario en un comunicado. Las declaraciones de Gallant marcaron la primera expresión pública de un alto cargo del ejecutivo, y del partido de Netanyahu, contra el avance de la reforma judicial, que ha desencadenado un fuerte movimiento de protesta en el país.

La objeción a la reforma de Gallant se suma a la de otro diputado con peso en el Likud, el expresidente del parlamento Yuli Edelstein, que insinuó que no dará apoyo a la reforma si se vota la próxima semana. Eso hace que la mayoría parlamentaria para impulsar el proyecto se reduzca a 62 diputados en una cámara (Knesset) de 120, solo uno más de la mayoría mínima de 61 escaños necesaria para aprobar leyes. No obstante, según prensa israelí, otros tres miembros del Likud han dado apoyo al llamamiento de Gallant. Estos son el ministro de Agricultura, Avi Ditcher, y los diputados David Bitan y Eli Dalal, aunque no han expresado si votarían a favor o contra la reforma. Si al menos dos no la secundaran, eso dejaría a la coalición sin mayoría para sacar adelante la medida, lo cual podría sumergir en Israel en otra crisis gubernamental y una inestabilidad todavía mayor.

La oposición, liderada por el partido centrista Yesh Atid, ha pedido la retirada inmediata de la reforma, argumentando que es una amenaza para la democracia israelí. El partido ha convocado una manifestación para el sábado que viene a Tel Aviv, en el cual se espera que participen miles de personas. La situación política en Israel está cada vez más tensa a causa de las acusaciones de corrupción contra Netanyahu y la lucha por el poder dentro de su propio partido. La destitución de Gallant es solo el último episodio de esta saga política que parece no tener un final a la vista.

Aprobada la reforma judicial

El primer ministro se blinda a sí mismo. La Knésset aprobó la ley que protege al jefe de gobierno israelí, Benjamin Netanyahu, de ser recusado en medio de un juicio abierto por corrupción. Después de una larga y conflictiva noche de pleno, la ley recibió el visto bueno definitivo a las seis de la madrugada mediante la vía acelerada para aprobarla, y ha recibido 61 votos a favor y 47 en contra. Se trata de una de las medidas más polémicas que ha tomado el gobierno de Israel, y ha provocado fuertes y largas protestas por parte de la ciudadanía y la oposición, a que acusan a Netanyahu de hacerse un escudo "a su medida". Y es que el primer ministro se enfrenta a graves problemas legales con tres casos abiertos por fraude, soborno y abuso de confianza, los cuales él niega. Está imputado por pactar cobertura con un diario, además de unos regalos y unos favores a una compañía de telefonía.