Elon Musk ha estallado contra la Unión Europea. El magnate norteamericano ha pedido directamente la “abolición” de la institución después de que la Comisión Europea anunciara una multa de 120 millones de euros a su red social X por incumplir la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés). El motivo es que el sistema de verificación de cuentas, la marca azul disponible en la plataforma, ha sido considerado “diseño engañoso”, ya que se presenta como un sello de fiabilidad cuando en realidad depende de un pago y no de una verificación objetiva. En una serie de mensajes publicados durante las últimas horas, Musk ha denunciado que la decisión supone un ataque frontal a la libertad de expresión y ha acusado a Bruselas de convertirse en un poder supranacional que “asfixia lentamente Europa hasta la muerte” con regulaciones desconectadas de los intereses de los ciudadanos. “La mejor manera de descubrir quiénes son los malos consiste en ver quién quiere restringir la libertad de expresión”, ha afirmado Musk en uno de sus tuits, dejando claro que ve la multa como una persecución ideológica más que como una cuestión de cumplimiento normativo.

La multa impuesta a X por la Comisión Europea no se limita solo a la polémica marca azul. El expediente sancionador apunta también a otros incumplimientos relativos a la DSA, como la falta de transparencia en el repositorio de anuncios y la obligación incumplida de facilitar el acceso a datos a investigadores acreditados. Pero Musk ha respondido con una ofensiva directa contra Bruselas: “La Comisión Europea adora al dios de la burocracia”, ha denunciado en uno de los diversos mensajes publicados. “La burocracia de la Unión Europea está asfixiando lentamente Europa hasta la muerte”, ha insistido, defendiendo que “la UE debería ser abolida y la soberanía debería ser devuelta a los países individuales, para que los gobiernos puedan representar mejor a sus pueblos”. La afirmación ha tenido tanta relevancia para el magnate que ha decidido fijarla como mensaje destacado en su perfil de X, con cerca de 230 millones de seguidores en todo el mundo.

La avalancha de críticas de Musk ha sido acogida con entusiasmo por líderes euroescépticos, como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. El dirigente ultraconservador ha aprovechado la ocasión para denunciar la sanción de la Comisión Europea como un ataque frontal a la libertad de expresión. “El ataque de la Comisión a X lo dice todo. Cuando los señores supremos de Bruselas no pueden ganar el debate, recurren a las multas”, ha publicado Orbán en su perfil. El primer ministro ha insistido en que Europa “necesita la libre expresión”, y no “burócratas a los que no ha elegido nadie y que deciden qué podemos leer o decir”. Su mensaje ha terminado con un gesto de apoyo explícito al magnate estadounidense: “Me quito el sombrero ante Elon Musk

“La transparencia no es negociable”

Desde el otro lado del espectro político, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, ha replicado con contundencia a los ataques de Musk y Orbán, y ha defendido firmemente la actuación de la Comisión Europea. También a través de X, Barrot ha recordado que “la transparencia de las redes sociales no es negociable” y que la Unión Europea no se dejará doblegar por “las llamadas afónicas de la comunidad internacional reaccionaria”. Según el ministro, la normativa europea es clara y igual para todos: “La regla es la misma para todos. TikTok la aceptó. X la rechazó. La Comisión Europea tomó medidas, y con razón.”. Barrot ha subrayado que la Unión continuará exigiendo responsabilidades a las plataformas digitales que incumplan la normativa, para garantizar espacios digitales más seguros, transparentes y respetuosos con los derechos de los ciudadanos europeos.