Los cuerpos sin vida de, al menos, 40 migrantes han sido localizados en la mañana de este domingo frente a la costa del sur de Italia, en la región de Calabria, después de que naufragara la precaria embarcación en la que viajaban un centenar de personas. Entre las víctimas habría hay un bebé y varios menores. Según las primeras informaciones, la embarcación se ha partido por la mitad y sus ocupantes no han podido pedir ayuda. Medio centenar de migrantes habrían sido rescatados con vida.
Las autoridades no descartan que la cifra de muertos pueda aumentar, ya que el mar se encuentra agitado, lo que habría dificultado aún más la supervivencia de las personas que viajaban en la embarcación. Las víctimas han estat localizadas en una playa de la localidad de Cutro (provincia de Crotone), en la región de Calabria. La embarcación, que había salido de Turquía, se ha partido en dos al chocar contra unas rocas, según informa Il Corrieri della Sera.
La televisión pública italiana RAI ha informado, citando a autoridades portuarias no identificadas de Calabria, que la embarcación transportaba a más de 100 migrantes cuando, al amanecer, empezó a sufrir problemas por el estado agitado del mar.
A media mañana, Luca Cari, portavoz de los bomberos que participan en las labores de rescate, ha informado que "de momento hay varias víctimas". Pero no ha especificado el número de víctimas mortales, ya que las labores de rescate siguen en marcha.
De momento, en los informes que se han realizado sobre la desgracia ocurrida, no se ha concretado la nacionalidad de los migrantes. Tampoco está claro de dónde ha salido el barco. Cabe decir que, habitualmente, los barcos de migrantes que llegan a Calabria salen de las costas turcas o egipcias.
Avanzan las tareas de socorro
Mientras avanzan las labores de auxilio, las autoridades están interrogando a los supervivientes para averiguar las circunstancias del accidente y su lugar de origen. Según la prensa local, la mayor parte de los emigrantes provienen de Irán, Pakistán y Afganistán.
Esta tragedia se ha producido tres días después de que el parlamento italiano haya aprobado un nuevo decreto migratorio, elaborado por el gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, que modifica las condiciones de las operaciones de socorro de los barcos de ONG. Entre otras cosas, la nueva normativa obliga a pedir la asignación de un puerto tras el primer rescate de un grupo de migrantes y dirigirse a esa localización sin desviarse para localizar a otras embarcaciones en peligro.
Por último, las ONG denuncian que desde hace meses las autoridades italianas asignan puertos lejanos, al norte y al centro de Italia, a los que tardan en llegar hasta cuatro y cinco días, debiendo desatender sus operaciones en la zona del Mediterráneo central, donde naufragan la mayoría de este tipo de embarcaciones.