La oposición ha presentado este viernes una primera moción de censura contra el gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, por la decisión de aprobar por decreto la reforma de las pensiones, sin votación en la Asamblea francesa, y que posiblemente habría supuesto una derrota parlamentaria. La moción ha sido firmada por 91 diputados de varios partidos, entre ellos los de NUPES de Jean Luc Mélenchon, según ha anunciado el presidente del grupo parlamentario centrista y regionalista LIOT, Bertrand Pancher. No ha recibido por ahora el apoyo escrito de ningún diputado del partido conservador, Los Republicanos, cuyo apoyo será necesario en el momento en que se vote para que tenga éxito. La ultra Marine Le Pen ha indicado que votará cualquier moción de censura que se presente.

El anuncio de la moción de censura, que ya se preveía desde que Macron quiso evitar la derrota en el Parlamento, que habría significado el final de la legislatura y elecciones generales, coge al presidente francés cada vez más débil políticamente, y con la única voluntad de chutar la pelota adelante con la esperanza de ganar tiempo y de que el escenario político cambie en el futuro.

"La votación de esta moción permitirá salir de una profunda crisis política", ha declarado ante la prensa el líder del grupo opositor, Bertrand Pancher, que ha lamentado que "los compañeros de LR (Los Republicanos) no sean signatarios". El reglamento de la Asamblea francesa establece que hay que esperar al menos 48 horas entre la presentación de una moción de censura y su debate y votación, por lo que -a la espera de una decisión de la Mesa de la cámara- como pronto se trataría a partir del domingo. La moción no puede derribar a Macron, que fue elegido por sufragio universal, sino a su gobierno. Y hace falta la mayoría absoluta para que prospere la iniciativa, lo que supone reunir 289 votos, que en estos momentos son 287 porque hay varios escaños vacantes.

Mientras tanto, la pasada noche se produjeron graves incidentes en París y en otras localidades francesas como Marsella, Nantes, Rennes y Lyon, después de la decisión de retrasar la edad a jubilación de los 62 años a los 64 años. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha indicado que, aunque "no ha habido incidentes graves" porque no se han registrado heridos de gravedad, las fuerzas policiales tuvieron que actuar y hacer 310 arrestos, 258 de los cuales en París. El ministro ha explicado que en Rennes, Albi, Marsella o París, algunos de los que participaban en las manifestaciones espontáneas intentaron atacar edificios oficiales y oficinas de representación de políticos del bloque macronista.

 

En la capital francesa se han visto escenas de barricadas y de incendios con los montones de basura que se ha acumulado en la mitad de los distritos de la ciudad por una huelga de los trabajadores de recogida desde hace una decena de días. En este sentido, el titular de Interior ha explicado que la Prefectura de París (equivalente a una delegación del gobierno) ha activado servicios mínimos en la recogida de basura por razones de salubridad, después de una disputa con la alcaldesa socialista, Anne Hidalgo, que se había negado a hacerlo. En algunos puntos se han visto soldados recogiendo la basura.